Martín Ceballos: “Tras el fin de Dvicio no tenía claro si quería seguir dedicándome a la música, ahora sí”

Hijo de padre argentino y madre brasileña siempre ha tenido claras influencias de artistas latinos como Maná, Juanes, Reik, Ricardo Arjona, Kany García, etc. Desde joven le surge su pasión por la música que alternaba con sus estudios de odontología hasta que en 2013 decidió irse a México con sus amigos a grabar el primer disco, formando la banda DVICIO con la que acabaría publicado 4 discos y girando por alrededor del mundo hasta finales del 2022.

Mucha culpa de esta pasión la tuvo su abuela materna, profesora de piano, que le inculcó el amor a la música desde muy pequeño. Ahora en el 2023 y, tras componer algunos de los éxitos de Dvicio (Soy de Volar, Te Pienso a Cada Hora, Te Debo, La Distancia, Te Quiero a Morir, ... ) y muchos otros para otros aristas, arranca su proyecto en solitario donde se puede apreciar esas referencias latinas y esa libertad creativa.

Él mismo comenta que jamás había disfrutado tanto de la música como ahora con mismo con todo este proceso.

-¿Cómo afrontas esta nueva etapa?

La primera palabra que se me viene a la cabeza es “ilusión”. Me daba mucho miedo empezarla, sobre todo al principio, porque suponía salir de mi zona de confort. Una vez salí me sentí muy bien y creo que me voy a volver adicto.

Mi carta de presentación es ‘500 caras’ y ya he escrito unas cuarenta o cincuenta canciones, de las cuales he elegido unas doce para conformar un disco entero.

-¿Por qué tenías tan claro que ‘500 caras’ tenía que ser tu carta de presentación?

No sé decir en concreto, pero cuando terminé de componerla la escuché unas quince veces seguidas sin parar y lo tuve claro. Pensé que si a mí me había ocurrido eso también le pasaría a otra persona. Además, tiene una base muy argentina y eso hacía que fuese un poco más especial que las otras.

La frase ‘te paso a mi psicóloga’ de ‘500 caras’ en DVICIO no la habría dicho y en mi proyecto en solitario sí

-¿Es todo lo que gira al amor y el desamor lo que más te inspira a la hora de componer?

Componer es como una terapia para mí. Suelo plasmar lo que tengo dentro o lo que le pasa a mi círculo más cercano que, normalmente, tiene que ver mucho con el amor y el desamor. Por ejemplo, en alguna versión que he puesto directamente en redes sociales le he cantado al amor propio y no dar importancia a las opiniones de las demás cuando no las hemos pedido.

-¿Te enriquece más componer tus propias composiciones o hacerlo para otros artistas?

Componer para otros artistas me gusta mucho porque no siento tanta tensión. Ahora he escrito para Sergio Dalma y me ha resultado divertidísimo.

-¿Estamos valorando lo suficiente el trabajo del compositor o se está dando demasiada voz a los artistas que no siempre componen sus propias letras y figuran igualmente en los créditos?

Sí que creo que a los compositores se les tiene un poco olvidados, pero es verdad que una vez te metes en el mundo te das cuenta de que cinco personas componen casi todo. Internamente se les trata muy bien y se les da nombre, pero pocos los conocen. Hay que darles más exposición. En mi caso, por ejemplo, ‘500 caras’ no sería lo mismo sin Gonzalo Hermida.

-La composición de la que más orgulloso te sientes:

La primera que hice con DVICIO: ‘Soy de volar’. Me puse a prueba, quería saber si valía para componer y ahora la llevo tatuada.

-¿Cómo es la vida como artista en solitario? ¿Más difícil al tener que lidiar con todo un equipo?

Sí porque, además de estar en solitario, he tomado un camino independiente en el que lo hago yo todo junto a mi representante. Estoy todo el día ocupado, pero aprendiendo un montón.

Ya se notaba en el ambiente que DVICIO podía llegar a acabarse, pero estaba tan centrado en el presente que no me daba cuenta

-¿Tenías claro que querías emprender una carrera como artista en solitario desde que se anunció la separación de DVICIO?

Justo cuando se acabó no lo tenía claro. De hecho, cuando recibimos la noticia nos tomamos unos quince días para pasar el duelo y fue después de eso cuando empecé a componer y me di cuenta de que quería seguir dedicándome al mundo de la música. No era feliz estudiando Odontología y seguí formándome en clases de canto y guitarra.  

-Ustedes mismos me dijeron en la última entrevista que sería una “fantasía” pensar que DVICIO sería eterno. Hablaban con mucha naturalidad de emprender caminos por separado. ¿Cómo fue el momento en el que se decidió el fin de DVICIO?

Mi hermano nos lo comunicó cuando quedaban dos conciertos de la última gira. Ya se notaba en el ambiente que DVICIO podía llegar a acabarse, pero estaba tan centrado en el presente que no me daba cuenta. Lo comparo con una relación: uno se da cuenta de que pasa algo, pero hasta que la otra persona no lo verbaliza no lo quieres asimilar. Me dio mucha pena, pero aproveché la oportunidad para disfrutar al máximo y como nunca las últimas noches de la banda con público.

-Ya conoces el éxito. ¿A qué aspiras con tu carrera en solitario?

Disfrutar de este proceso después de los quince años que he crecido con DVICIO. Me gustaría regresar a todos los países para que me escuchen y hacerme más fuerte y girar también por España.

-¿Qué podemos esperar de Martín Ceballos a corto y largo plazo?

Cada dos meses voy a sacar una canción. Ya tengo producidas al 100% cuatro de ellas y quiero tener publicadas suficientes para empezar a girar el próximo año: tocar en directo es lo que más disfruto de esta experiencia.