Últimos días para ver la exposición de Rosario de Velasco: ¿quién fue y cuál es la maravillosa historia de esta muestra?

El 15 de septiembre finaliza una exposición muy especial en el museo Thyssen de Madrid: la de Rosario de Velasco. Treinta obras de entre los años 20 y 40, que recogen la esencia de esta artista. Es especial porque, siendo como fue una pintora interesantísima -¿sabías que estos famosos también pintan?-, dejó de ser recordada tras su muerte, en 1991. Sin embargo, ha sido rescatada del olvido gracias a Toya Viudes de Velasco, co-comisaria de la exposición y sobrina nieta de la artista. Y lo logró gracias a Twitter (cuando aún era Twitter). ¿Quién fue esta pintora y cómo sucedió todo?

La pintora que quería ser escritora

Rosario de Velasco nació el 20 de mayo de 1904; es decir, en 2024 se conmemoran 120 años de su nacimiento. Desde los 6 años pintó incansablemente, y su padre, aficionado al arte, las inscribió a ella y a su hermana en la escuela de Fernando Álvarez de Sotomayor, pintor y en aquellos años director del Museo del Prado. Sin embargo, en su biografía oficial se asegura que era Lola, su hermana, la que realmente quería estudió pintura; ella pintaba, pero soñaba con escribir. 

No obstante, llevaba el talento de la pintura dentro. Junto a su mentor descubrió el estilo regionalista, y su nombre comenzó a destacar en un mundo, por entonces, reservado casi en exclusiva a los hombres. Fue segunda medalla de pintura en la Exposición Nacional de Bellas Artes con un lienzo llamado Adán y Eva, que actualmente pertenece a la colección permanente del Museo de Arte Reina Sofía. 

Participó en medio centenar de exposiciones en vida, entre monográficas y colectivas; entre ellas, en el Pompidou de París. También llegó a exponer junto a Dalí. Su pintura se inscribe dentro del estilo figurativo, pero cada vez se fue alejando más del clasicismo que había aprendido de joven. Si vas a ver la exposición, podrás comprobar que, aunque la temática de sus cuadros es clásica, la forma en que reproduce rostros, cuerpos y objetos es mucho más moderna: sus colores y formas se inscriben dentro de lo que se llamó Nueva Objetividad alemana, un estilo que se desarrolló en paralelo a la actividad pictórica de Rosario y que muestra una paleta de colores fría, una ruptura con las vanguardias y unas figuras a menudo con una buscada ruptura de las proporciones y la perspectiva.

Perteneciente al colectivo de las Sinsombrero

Continuemos con una anécdota, porque parece que la vida de Rosario de Velasco se construye con historias fascinantes. Dos pintoras, Maruja Mallo y Margarita Manso, paseaban junto a Lorca y a Dalí por Madrid. Cuenta la leyenda que, al llegar a la Puerta del Sol, los cuatro se despojaron de su sombrero. Y parece una tontería, pero es que en los años 20 del siglo pasado, cuando sucedió esto, era un acto verdaderamente transgresor, ya que la cabeza se llevaba cubierta en público. Dicen que fueron apedreados e insultados. 

Rosario de Velasco perteneció a ese grupo de artistas femeninas (pintoras, escritoras, filósofas, cineastas…) que formaban parte de la Generación del 27; sin embargo, y al contrario que sus compañeros varones, habiendo tenido gran repercusión en vida, su arte no trascendió hasta nuestros días. De esa idea, de ese olvido, nació la iniciativa de Toya, su sobrina nieta.

Objetivo: rescatar 30 piezas para una exposición que nadie sabía dónde estaban 

Y volvemos al presente. Toya quería rescatar lo que Rosario de Velasco dio al arte de nuestro país, así que se puso manos a la obra hace tres años. Contactó, a través de un amigo gestor cultural, con el Museo Thyssen, que le dio el visto bueno a la exposición. Pero faltaba un pequeño detalle: ¿dónde estaban los cuadros?

Toya puso en marcha una acción a través de las redes sociales: buscar la obra de su tía abuela. A la mayor parte de la obra de Rosario de Velasco se le había perdido la pista. Podían localizar si era suyo por la firma (las iniciales R, D y V formando una estructura). Aquella llamada tuvo su recompensa: los cuadros fueron apareciendo por todos los rincones del mundo, y el 18 de junio de este año se colgaban, después de mucho tiempo, en un museo. Un sueño hecho realidad que Toya acariciaba desde hace años. La obra se descuelga del Thyssen en pocos días: ¡no te la pierdas! 

Sin embargo esta no es la única opción de muestras de pintura que podemos disfrutar en la capital de España. En el Círculo de Bellas Arres de Madrid existe un gran abanico y son una gran opción para disfrutar de los últimos días de verano sin calor.

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