No se presenta a concurso pero es una de las películas esperadas con más expectación del Festival de San Sebastián -donde ya han llegado actrices como Ester Expósito-. Es ‘The Last Showgirl’ y es el filme que marca la vuelta a la primera plana de Pamela Anderson, y también su consideración como una actriz que va más allá de la imagen que dio de ella la serie ‘Los vigilantes de la playa’, con la que se hizo famosa en los 90.
La película se presentó en el pasado Festival de Toronto avalada por el apellido de su directora, Gia Coppola, nieta del famoso director de ‘El padrino’, y por el reparto que acompaña a Anderson, que incluye a Jaime Lee Curtis, Kiernan Shipka, Dave Bautista y Billie Lourd, y logró críticas elogiosas hacia su actriz principal, que consigue transmitir la vulnerabilidad y el ímpetu por salir adelante de su personaje.
‘The last showgirl’ sigue a una bailarina exótica de Las Vegas -así es casarse en esta ciudad- que lleva treinta años actuando en el mismo espectáculo. Es madre soltera de una hija adulta a la que no le ha dedicado todo el tiempo que le habría gustado y se ve obligada a afrontar lo que parece el final de su carrera cuando le comunican que el espectáculo va a cerrar. Los críticos señalan que es un drama intimista, con toques de humor, sobre esas mujeres que se ganan la vida bailando, y desnudándose, en los escenarios de Las Vegas, y que apunta a ser el resurgir de una Pamela Anderson que, en realidad, lleva ya un tiempo en ese camino de redención.
El inicio puede remontarse a la colección de primavera-verano de Vivienne Westwood de 2017. Era la tercera vez que la actriz colaboraba con la marca, pero tal vez fue la que hizo más ruido porque la propia Vivienne y su marido y director creativo de la compañía, Andreas Kronthaler, participaban en la campaña y protagonizaban varios vídeos en los que conversaban con Pamela Anderson sobre los entresijos de la sesión de fotos en Grecia.
Sin embargo, el gran público tal vez empezó a darse cuenta con la miniserie ‘Pam & Tommy’, de 2022, en la que Lily James y Sebastian Stan eran Pamela y Tommy Lee, su entonces marido, cuando les roban de su casa un vídeo sexual que acaba en la naciente internet. Aunque la ficción la mostraba a ella intentando que Hollywood la tomara en serio como algo más que una chica despampanante en bañador, a Anderson no le terminó de convencer su retrato, así que aprovechó para ir construyendo poco a poco su regreso al primer plano.
Ese mismo 2022, y ya con 54 años, la actriz debutaba en Broadway como Roxie Hart en ‘Chicago’, y al año siguiente fue el centro de su propia docuserie en Netflix, ‘Pamela Anderson: una historia de amor’, donde contaba su ascenso a la fama y su complicado matrimonio con el músico Tommy Lee, salpicado de denuncias por violencia machista. Ahí ya estaba trabajando con bastante asiduidad como modelo y empezó a llamar la atención al acudir sin maquillaje a diferentes eventos de moda y campañas para marcas como Smashbox Cosmetics o Proenza Schouler.
Anderson, en realidad, nunca ha dejado de actuar, pero el enorme fracaso que fue ‘Barb Wire’, en 1996, la relegó a títulos menores donde no podía sacudirse de encima la imagen que le habían endosado tanto ‘Los vigilantes de la playa’ como su relación con Tommy Lee. ‘The last showgirl’ es su primer gran papel en mucho tiempo y, además, uno que parece ajustarse a ella como un guante. Durante la presentación en Toronto, Anderson aseguró que “soy la única que puede hacer esto”, y las reacciones a su interpretación parecen darle la razón. Hasta han comenzado a aparecer rumores de una campaña a los Oscar para la actriz canadiense. En diciembre comprobaremos si ha dado resultado.