Hace tres décadas, cuando acababa de cumplir la mayoría de edad, Dani Martín conoció a Iván Ganchegui mientras ambos estudiaban arte dramático en la escuela de Cristina Rota. Junto al guitarrista, tras descubrir el uno del otro la pasión que sentían por la música, optaron por crear ‘El Canto del Loco’, que adoptó su nombre reversionado de ‘El canto del gallo’, uno de los temas más populares de Radio Futura.
Tras su decisión, a los dos anteriores se unieron un batería, una bajista y también otro guitarrista que, sin embargo, se vio obligado a abandonar el proyecto por falta de equilibro entre su vida personal y profesional. Así, David Otero, primo del de ‘Qué bonita la vida’, se unió a la banda como su sustituto solo un día antes del concierto con el que debutarían sobre el escenario. Unos años después, en 2010, el grupo ponía fin a su recorrido conjunto en un instante que el conocido artísticamente como ‘El Pescao’ ha recordado ahora.
Durante su intervención en el podcast ‘Animales Humanos’, David se ha remontado catorce años atrás para sincerarse sobre el final de ‘El Canto del Loco’: “Alrededor había gente que no molaba nada y nos quemaron muchísimo”, ha comenzado explicando sobre las “movidas legales” que llevaron a su exmánager, Carlos Vázquez 'Tibu', a ingresar en prisión tras ser acusado por apropiación indebida.
Además, llegó un momento en el que Dani y él eran “muy diferentes” y empezaron a ver todo completamente distinto, “en la música y en la vida”: “Él tiene ganas de empezar a componer con otra gente y hacer música con otra gente y yo tengo ganas de hacer otras cosas y salir un poco de aquello. Porque fue muy agresivo todo lo que pasó, fue muy violento, y dije, ¿tengo necesidad de estar en este mundo tan agresivo y violento con tanta demanda?”, ha reflexionado acerca de la decisión que meditó por aquel entonces.
Después de replantearse su permanencia en la banda, quedó con Dani tal y como él mismo ha desvelado y, tras ambos afirmar que no “sentían” y no les apetecía “a ninguno de los dos”, decidieron que era “un buen momento” y pusieron fin a su contrato. Entonces, Otero priorizó su salud mental porque “hay muchas cosas más allá del dinero, la fama y el éxito”.
Así, aunque en principio “iba a ser un tiempo pero al final fue imposible”, los primos emprendieron sus trayectorias en solitario.