Los Premios Goya son unos de los más importantes del cine español, premian a actores y actrices, directores, guionistas, productores y a otros muchos trabajadores del mundo del cine por su labor en las películas más destacadas del año. Estos premios son la forma que tiene la Academia de Cine de reconocer el talento, pero también el trabajo y el esfuerzo de todos los que participan en el proceso de realizar una película. 

Tan centrados como están en el mundo del cine, sorprende un poco que su nombre esté dedicado a una de las personalidades más importantes del mundo de la pintura. Goya es una figura indispensable para entender la cultura y el arte de nuestro país, pero su relación con la cinematografía no parece tan clara como para que unos premios dedicados al séptimo arte lleven su nombre, ¿o sí? 

La historia de los premios Goya nos hace viajar al pasado, concretamente hasta el año 1985, cuando se reunieron diferentes personalidades del mundo del cine para discutir todo aquello que les preocupaba de la profesión. Una reunión que fue el germen de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, que surgiría un año después. 

Una vez que la Academia estuvo formada, organizar una entrega de premios fue cuestión de tiempo y para eso fue necesario ponerles un nombre. Tal y como revelan en la página web de los propios premios, donde dan algunas pinceladas sobre la historia de estos galardones, Goya no fue la única de las opciones que barajaron. Premios Lumière, Premios Buñuel o Soles fueron otras de las alternativas que estaban sobre la mesa, pero la Academia finalmente decidió que fueran Premios Goya. 

Según explican, esta fue la opción que más les convenció por varios motivos, siendo uno de ellos porque era un nombre corto, como sucedía con otros galardones internacionales, como los Oscar en Estados Unidos, o los Cesar en Francia. 

Goya, era un pintor mundialmente conocido y representativo de la cultura española, pero eso no parecía suficiente para muchos de ellos, que al final se dejaron convencer por el director artístico Ramiro Gómez. Él fue quien recordó a los asistentes que "Goya había tenido un concepto pictórico cercano al cine y que varias de sus obras más representantes tenían casi un tratamiento secuencial”. Esto pareció ser suficiente para que la balanza se decantara por este nombre para los premios, que en 2025 celebran su edición número 39.

“No tengo la menor duda de que si Goya viviera hoy sería un cineasta. Entre la ficción y el documental se movería nuestro aragonés con la misma energía y desenvoltura, con el mismo talento, con la misma imaginación con la que siglos atrás dedicó una parte de su vida a dibujar y a pintar”, citan en la web las palabras de Carlos Saura, director que formó parte de esta aventura desde el principio, sobre este tema. “Era un cineasta creativo y poderoso antes de inventarse el cine. Por ello nada más acertado que llamar Goya a los premios de nuestra Academia de Cine”.

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