El estilo arquitectónico del que hablan en 'The Brutalist' se puede ver en España: de Madrid a Alicante

Los Oscar están a la vuelta de la esquina, y sin duda una de las grandes favoritas es ‘The Brutalist’. El título de la película es un juego de palabras con el brutalismo, un estilo arquitectónico que desnuda al máximo sus formas y adornos y deja el hormigón crudo, y la vida de sus protagonistas, cruda y sin ningún adorno que la haga más liviana. El acercamiento que hace Brady Corbet, su director, a este tipo de arquitectura, ha hecho que muchas personas se interesen por ella. 

¿Qué es el brutalismo?

Este tipo de construcciones se inició a comienzos del siglo XX y sus máximos exponentes son Mies van der Rohe y Le Corbusier. Pero, como bien se puede ver en la película que opta a nada menos que diez estatuillas, fue tras la II Guerra Mundial cuando cobró su máxima importancia. Tiene una serie de características comunes: no había ningún ornamento, el hormigón se presentaba crudo, sin ningún tipo de recubrimiento que lo hiciera más bonito y, de hecho, era el gran protagonista de las creaciones; por último, los edificios solían ser gigantes, lo que daba una gran presencia a las enormes vigas, pilares o fachadas de hormigón. Evidentemente, no podemos ver los edificios de la película más que en ella, pero sí existen ejemplos de arquitectura brutalista en España, aunque aquí esas construcciones llegaron algo más tarde. ¿Quieres saber dónde están?

Torre de Valencia 

Que no te confunda el nombre, porque se encuentra en Madrid: esta gigantesca torre de 27 plantas y 94 metros de altura es el vigésimo edificio más alto de la capital de España. La proyectó el arquitecto Javier Carvajal en 1968, y se construyó entre 1970 y 1973. Cumple a la perfección todos los preceptos del brutalismo (es enorme, de hormigón crudo y sin ornamentos) y, como sucede con este estilo en general, congrega tantos fans como detractores. Si quieres conocer este edificio, se encuentra en la confluencia de las calles Menéndez Pelayo con O’Donnell, en una de las esquinas del parque de El Retiro. 

La fábrica

También conocida como “la catedral”, dentro de este curioso edificio barcelonés en Sant Just Desvern se ubica el taller de arquitectura del famoso arquitecto Ricardo Bofill, fallecido en 2022. Se trata de una antigua fábrica de cemento con más de 30 silos construida en los inicios de la industrialización barcelonesa y reformada en los años 60 por el mencionado Bofill para convertirla en el espacio arquitectónico que es hoy, despojándola de cualquier elemento ornamental.

Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid

Muchos de los periodistas a los que lees a diario han pasado unos cuantos años entre sus paredes. Este edificio, proyectado por los arquitectos José María Laguna Martínez y Juan Castañón Fariña se encuentra en el campus de la Universidad Complutense de Ciudad Universitaria, fue construido en 1961, y está compuesto por cinco plantas de estructura irregular, con un patio de luces en su centro. Existe la leyenda urbana de que fue proyectado para ser una cárcel, pero leyendas aparte, fue el escenario principal de ‘Tesis’, la ópera prima de Alejandro Amenábar.

Edificio Montreal

Esta peculiar torre de viviendas alicantina, conocida como “la pirámide”, se proyectó en 1968, y aunque cuenta con una capa de pintura exterior, cuenta con muchos de los elementos característicos de una arquitectura que en España se dio sobre todo en la década de los sesenta y los setenta. Eso sí, como ocurre con muchos de los edificios brutalistas, no llama la atención precisamente por su belleza: fue catalogado en un foro de internet como el más feo de España en 2021. Con todo, algunos arquitectos la defienden fervientemente por su practicidad: ofrece mejores vistas al mar y una mejor ventilación cruzada para quienes habitan allí.

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