Estos últimos cuatro meses han supuesto un tsunami profesional para María Casado. Para bien, ojo. El mismo día en el que anunció su inesperada salida de la televisión pública, una llamada de Antonio Banderas le hizo replantearse su futuro. En cinco minutos consiguió un puesto de trabajo y, con la maleta a medio hacer, abandonó su piso de Madrid para formar un tándem indisoluble con el actor, al que apenas conocía en persona. Ahora se ha confirmado que ambos presentarán la gala de los Goya más atípica hasta la fecha. ¿Hay mejor momento para repasar esta historia de amistad forjada en plena pandemia?
Le había entrevistado un par de veces. Después coincidieron en Starlite, la gala marbellí que apadrina el de Málaga. Y se volvieron a ver en la premier de 'A Chorus Line', el musical que él mismo se ha encargado de adaptar y protagonizar en su tierra. La siguiente conversación que mantuvieron fue la mañana en la que la presentadora se despidió de su programa en directo.
"Primero me preguntó que cómo estaba, que qué había pasado y lo tercero que le diera cinco minutos que me volvía a llamar porque creía que tenía algo para mí. Así fue", contó hace unas semanas en una entrevista para Vanitatis. Fue ahí cuando, más allá de esos encuentros casuales del pasado, conoció a ese Banderas campechano, "una persona cercana, con una experiencia enorme y que sabe rodearse muy bien".
Y así, si dijo un viernes adiós a los madrugones, el martes siguiente hacía oficial su cargo como directora de la división audiovisual de Soho, la empresa artística que encabeza Antonio. Tras poner en marcha un gran teatro en Málaga, su nueva apuesta era la pequeña pantalla, creando una productora de formatos televisivos sin grandes pretensiones que desde ya cuenta con María Casado como cabeza visible.
Ahora, con una mudanza en pleno confinamiento, la periodista ya se ha hecho a su nueva vida en la Costa del Sol. A sus 42 años, ya ha conseguido cerrar los frentes que le quedaban en Madrid para centrarse en este ilusionante proyecto. Una arriesgada aventura profesional que, casualidades de la vida, le ha permitido presentar y dirigir en el Soho, el teatro al que ahora dedica su tiempo, la que será la 35ª edición de los Goya. Será el próximo 27 de febrero. Y lo hará con Antonio Banderas, por supuesto.