'Amor, amor, amor', tu single, habla de distintos tipos de amor y de que cada uno forma un pedacito de ti. ¿Crees que si no fuera así serías distinta?
100%. Obviamente existen los amores de tu vida, que cuando llega el primero y lo pierdes, piensas que no vendrá ninguno más, que ese es el único que vale. Después te vas dando cuenta de que incluso la gente que te hizo sufrir dejó lecciones de cómo no repetir ciertas cosas. Todos se vuelven parte de quien eres y en lo que te conviertes. Yo cuando digo ‘los que se fueron pero están’ -en la canción- no solo hablo de relaciones románticas. Amigos que se fueron, familiares, no importa, al final los que se van, si los quisimos, son parte de nuestras facciones y a veces son parte de tu corazón.
¿Qué buscas en el amor?
Busco alguien emocionalmente independiente, que camine a mi lado (ni delante ni detrás) y que me haga reír mucho. Que me admire y al que admirar.
Tu otro single, 'Valiente', dice que 'solo somos gente que ama y que miente'. ¿Qué hacemos más: mentir o amar?
Uff… Es una lucha constante. Pero creo que amamos más, a veces incluso nos mentimos por amor.
¿Por qué crees que conectas tanto con tus fans?
Tomé un buen consejo del maestro Juan Gabriel, me dijo que como cantautora tenía muchas responsabilidades y una era poner el punto de vista de una generación, no sólo el mío. Estoy tratando de simplificar la realidad y ponerla ahí afuera y creo que eso hace que conecte con mucha gente, es lo bello del arte. Ayer ponía un tuit, porque el sábado canté con Pablo López, 'la música como la felicidad deja marca cuando se comparte'. El arte cobra vida cuando se comparte y las historias son mías, pero son de todos.
¿Cómo es compartir escenario con Alejandro Sanz?
Cantar con él es maravilloso, es como estar en pequeñas master clases, porque él no es artista solo cuando crea, cuando compone y cuando está en el escenario, es artista en cada segundo de su vida. Es una persona muy sensible, que apoya el arte de los demás: eso habla de alguien de esencia muy grande. Estar con él en un escenario es una fiesta y un aprendizaje. Me siento honrada porque tenga fe en mí, como compositora, como músico y que me presente ante su público. Ha habido conexión, primero artística y después se ha creado una amistad. Hoy es alguien que tiene que ver incluso con las composiciones que estoy haciendo nuevas, porque me ha empujado mucho a exigirme más interpretativamente. En el sencillo que vendrá para otoño, tuvo que ver con la dirección vocal. Se ha hecho un gran colega y un gran amigo.
¿Cómo surgió?
La primera vez me invitó a cantar en el Auditorio Nacional de México, hace tres años, y cantamos ‘Cuando nadie me ve’. Empezamos conectando porque la vida artística te pone a coincidir con la gente y se dio muy buena onda. Realmente se ha dado una cosa, en la plática y en el escenario que ha sido natural.
¿Cómo te ha influido Alejandro a nivel musical?
En la parte interpretativa, ahora desgarro mucho más la voz y tiene que ver con una vez que Alejandro me dijo: "cuando tú haces eso el sentimiento es distinto y tienes que utilizarlo más porque es algo que luce y te hace brillar mucho". Sobre todo, me anima cuando me dice: "bien, te estas arriesgando, estás haciendo algo diferente, estás haciendo algo propio y ese es el camino correcto".
¿Qué tal tu llegada a España?
Tenía muchísimas ganas, soñaba con estar acá desde hace mucho tiempo. Es algo maravilloso porque me da la oportunidad de empezar de cero, de llegar y volverme a emocionar con cosas que en otros lugares ya sucedieron de alguna forma, pasos que ya se dieron, los vuelvo a dar, pero sorprendiéndome constantemente.
¿Da miedo empezar de cero?
Yo siempre tengo una combinación entre miedo y respeto a las cosas. Una de mis frases favoritas es, 'no es valiente quién no tiene miedo, si no quién se atreve a enfrentarlo'. Yo enfrento todos los días.
¿Es más complicado para una mujer triunfar en la música?
Ciertos personajes que ya no están cerca, me decían que por ser mujer, seguramente para mí la música era un capricho, que el día que me enamorara se me iba a olvidar todo y que seguramente lo que yo compusiera no me lo iba a grabar nunca nadie. Por eso escribí 'Déjame ir'. Creo que el prejuicio no es exactamente igual en cada rincón del mundo, pero nos tenemos que ganar los espacios con más trabajo. Espero abrir camino para las que están ahí afuera.
¿Qué sueño te queda por cumplir?
Me quedan muchísimos sueños por cumplir, ahora que estoy de coach en 'La Voz' me gustaría mucho ser parte post reality, de iniciar la carrera de un par de cantantes que les veo muy claro y que creo que puedo ayudarlos y llevarlos a la gente correcta. Veo el ejemplo en gente como Alejandro.
¿Cuál es tu indispensable en tu día a día?
Siempre llevo conmigo un anillo que mi padre le dio a mi madre después de un mal momento. No era muy caro, pero simboliza algo y ella lo hizo más pequeño para mí. Es mi anillo de la suerte.