La cultura española está plagada de sagas de actores, músicos y artistas. Familias en las que el talento se extiende a padres, madres, hijos, hijas y hasta abuelos y abuelas, que se dedican al mismo mundillo del espectáculo. Muchas son tremendamente famosas, pero otras siguen siendo algo desconocidas para el gran público. Sucede, especialmente, en el caso de aquellos artistas que suelen mantener su vida privada fuera del foco mediáticos, y de los que se desconocen los vínculos con sus parejas o descendencia. Es el caso de Pepe Viyuela. El mítico actor ha formado una familia en la que todos sus miembros se han aproximado a la cultura: así ocurre con su hijo, Samuel Viyuela, con el que Pepe comparte profesión.
El actor y humorista mantiene desde hace años una relación sentimental con la también actriz Elena González, muy vinculada al mundo del teatro. Juntos han formado una familia en la que lo de la interpretación es una constante. Es lo que ocurre con los dos hijos de la pareja, Samuel y Camila, que han trabajado sobre las tablas y delante de las cámaras, como lo han hecho sus padres a lo largo de sus extensas trayectorias. E incluso han compartido proyectos en alguna ocasión.
Ocurrió el año pasado, cuando los cuatro miembros de la familia, Pepe, Elena, Samuel y Camila, se subieron juntos al mismo escenario por primera vez para dar vida a los personajes principales de la obra, 'La Paura!'. Ocurrió en el Teatro Fernán Gómez durante algunas funciones. El joven ironizaba entonces, en declaraciones a la prensa con el hecho de tener a sus padres y hermana de compañeros: "Si nos hubiesen propuesto escenas en las que tuviéramos que comer la boca o así hubiese sido bastante incómodo", reflexionaba entre risas.
Samuel es el mayor de los Viyuela González que, como sus padres y su hermana, ha hecho de la interpretación su forma de vida. Nacido en 1988, es cuatro años mayor que Camila, la benjamina del clan, y desde joven ha desarrollado una extensa e interesante trayectoria profesional, que coincide en algunos puntos con la de su hermana, con la que además comparte agencia de representación.
El primogénito de Pepe Viyuela cuenta con una amplia formación en escuelas de arte dramático, así como en disciplinas como el clown, las máscaras o los malabares, además de saber tocar el saxofón, dominar el catalán y el inglés y tener conocimientos como ayudante de dirección. Ha trabajado en algunas de las series de televisión más conocidas del país, con papeles secundarios y episódicos, como ‘Hospital Central’ (su debut, en 2005), ‘El Comisario’, ‘Los Serrano’, ‘El príncipe’ o 'Servir y proteger', entre otras muchas.
Pero también tiene una amplia trayectoria en el teatro, habiendo participado en una veintena de obras desde que debutó sobre las tablas, en 2010. En estos años ha actuado en el Festival de Mérida, o ha integrado el reparto de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Incluso ha compartido escenario con su padre. También ha tenido algunos papeles el cine, poniéndose, por ejemplo, a las órdenes de Julio Medem en ‘Ma ma’.
En lo personal, Samuel ha preferido por mantener un perfil bajo, aunque algunas entrevistas o sus redes sociales permiten conocer mejor al actor. Así sabemos que la popularidad de sus padres no ha sido para él un obstáculo, sino un "refuerzo para aprender". También que su vocación interpretativa no fue temprana (se decidió mientras cursaba segundo de bachillerato), pese a estar expuesto desde pequeño al mundo de giras y camerinos al que sus padres estaban acostumbrados.
Un verano su padre se lo llevó a Mérida para estudiar y trabajar tras haber suspendido varias asignaturas, y ahí comenzó su andadura en el universo teatral. Era en la época punki de Samuel, cuando se repetían las tiranteces con su padre, un tema del que han hablado en alguna ocasión. Durante la adolescencia del joven, las discusiones con su padre eran habituales, y aún hoy, Pepe dice de su primogénito que es "muy gruñón", algo que su hijo también piensa de él, pese a tener ya enterrada el hacha de guerra.
Samuel reconoce que el hecho de formar parte de una familia de actores le ayuda a ser consciente de las dificultades de vivir de la interpretación. En alguna ocasión ha hablado con perplejidad del hecho de que en muchos castings se tenga en cuenta el número de seguidores de los actores en redes sociales, un campo del que se intenta alejar.