Ir al cine es uno de los grandes eventos para los más pequeños. Sin embargo, más allá de los grandes estrenos que nos hacen ir a la sala (como la última de Almodóvar, por ejemplo), refresco y palomitas incluidas, la manera de ver películas ha cambiado en los últimos años: solemos hacerlo en casa y cada uno en el tiempo del que dispone. Hay películas maravillosas, clásicos que el torrente de novedades va arrinconando y que merece la pena que rescatemos: no solo para hacer una sesión de cine en casa con tus hijos, sino también porque transmiten valores interesantísimos que después del visionado podéis comentar. ¡Vamos con ellas!

Recomendada para mayores de 13 años, 'En busca de la felicidad' es una oportunidad magnífica para que tus hijos adolescentes se enfrenten a las dificultades de la vida a través de la ficción. En realidad, de ficción tiene poco, porque se basa en la vida de Chris Gardner, un hombre que se arruina invirtiendo todo su dinero en un negocio que fracasa y que, sin siquiera un techo bajo el que vivir, tiene que empezar de cero sin su mujer, que lo abandona, y junto a su hijo. Una historia dura con final feliz interpretada por un Will Smith (que coincidió este año con David Bisbal) en estado de gracia.

Es alucinante ver cómo, más de 40 años después, este clásico de Spielberg se mantiene en una forma excelente. La historia de un niño, Elliott, y un extraterrestre, nos enseña muchas cosas; entre ellas, enfrentar el miedo a lo desconocido y el dolor de la pérdida. Una hermosa historia para todos los públicos con la que los pequeños aprenderán, además de lo ya mencionado, la importancia de la amistad.

Hace 24 años, esta película fue una auténtica revolución. Por suerte o por desgracia, sus valores siguen siendo necesarios. La historia de un niño que tiene que enfrentarse a su entorno más cercano y a la sociedad por el mero hecho de que quiere hacer ballet tocó la fibra sensible de millones de espectadores y terminó convertida en un musical. ¿Qué les enseña esta película a tus hijos? Que no hay que esconder tu propia identidad y que hay que luchar por ser uno mismo, le guste a quien le guste, porque la felicidad y el bienestar propios están por encima de las posibles críticas.

Recomendada para mayores de 12 años, 'Cadena perpetua' es sin duda una maravillosa fábula para preadolescentes y adolescentes, que seguirán encantadísimos a pesar de su largo metraje. Un hombre (Tim Robbins) es injustamente condenado a cadena perpetua por un doble asesinato que no cometió. Su vida en la cárcel y sus distintos gestos a lo largo de los años, aparentemente pequeños pero liberadores, van construyendo una trama con un final apoteósico que nos enseña que nunca hay que rendirse para reivindicar las injusticias que cometen contra nosotros o alguien de nuestro entorno.

Al igual que sucede con 'E.T., el extraterrestre', esta especie de cuento de hadas con mucho sentido del humor no ha envejecido nada mal. La historia va a apasionar a niños y niñas de cualquier edad, pero sobre todo, enseña valores como la amistad y la libertad. No solo la de romper las cadenas de la tiranía, sino también la de poder elegir lo que queremos ser y a quién queremos amar. Ese “como desees” de Whistley a su amada va construyendo una historia de amor con príncipes, princesas y dragones, sí, pero sobre todo, con consentimiento y sin presiones. .

Puedes disfrutar en familia de esta comedia para mayores de 7 años con un poso amargo en el que asistimos a un viaje catártico de una familia de inadaptados que acude a un concurso de belleza infantil. La pequeña Olive, que no responde a los (horrorosos) cánones exigidos, es invitada a participar y toda la familia se mete en una furgoneta dispuesta a convertir esa aventura en una experiencia que cambiará sus vidas para bien. Un filme que nos enseña, sobre todo, que debemos huir de esos cánones de belleza que ciertos/as influencers muestran a nuestros hijos (y una excelente ocasión para hablar de las redes sociales tras la peli); pero también que ser diferente a ese tipo de personas es maravilloso, porque te hace único, y que no hay que temerle al fracaso.

Terminamos con una película que, en mi humilde opinión, se ha ganado el derecho a convertirse en un clásico en poco tiempo y por derecho propio. La historia de un equipo de baloncesto formado por personas con distintas capacidades es emotiva, hermosa y, sobre todo, muy muy divertida. Porque se puede hablar de la diversidad e inclusión y de lo importante de aceptarlas soltando tremendas carcajadas.

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