Es la artista revelación del cine chileno. Su personaje, una mujer trans que se enfrenta a la muerte repentina de su pareja, ha conquistado a crítica y taquilla, consiguiendo hacerse con un Premio Goya y un Oso de Plata en la Berlinale.
Tal y como ha relatado en varias entrevistas, a los 14 años fue cuando descubrió que su identidad de género no correspondía con su cuerpo. Entonces se topó con una realidad que que no era acorde a su condición. Su familia siempre le ha apoyado, pero no ha sucedido lo mismo con su país, Chile.
"No había ni fundaciones, ni películas, ni gente famosa trans que me sirvieran de referencia. Era yo contra el mundo”, reflexionó en una entrevista para el diario La Hora. "Cuando estuvimos en Berlín estrenando 'Una mujer fantástica' yo era la actriz que representaba a Chile, pero acá, para Chile, no existo, no se me reconoce. Mi carnet de identidad aún lleva el nombre que me dieron mis padres”.
Durante varios años trabajó de camarera, cantante y peluquera. Y ahora, sin ningún estudio de arte dramático, ha logrado que su película acumule los reconocimientos que se merece: "No me siento ni referente, ni icono, ni bandera de lucha, pero si a alguien le puede servir mi testimonio, bienvenido sea”.