Cinco cosas a tener en cuenta de Izal, los indies que se hicieron grandes, antes de verles en el Concert Music Festival
Actúan el 2 de agosto en Chiclana, en Sancti Petri, dentro del Concert Music Festival
Empezaron en febrero con la gira Autoterapia y no paran: en abril hicieron doble 'llenazo' en el Palacio de los Deportes de Madrid
1.- De ellos se ha dicho de todo y se va a seguir haciendo, porque siguen estando de moda, aunque a los chicos de Izal no les guste oir eso. De tocar en románticos y pequeños antros a llenar, como quien no quiere la cosa, la friolera de dos veces en una temporada el Palacio de los Deportes de Madrid. Sí, el Wikinz Center, donde caben hasta 18.000 personas. Por dos, por mil, porque llevan de gira desde el pasado mes de febrero y no paran de petarlo. EL doble llenazo de Madrid es solo un dato: en la gira Autoterapia han vendido más de 120.000 entradas para sus conciertos por toda España. Para el Concert Music Festival de Sancti Petri aún quedan, hazte con la tuya.
2.- Ellos mismos alucinan con su paso de gigantes de pequeños a grandes, definitivos, indies. Otros artistas no se preguntan el por qué de sus éxitos, ellos sí: "He despertado en el fondo de este pozo sin saber quién soy, ¿cómo he llegado?", se preguntan en la canción 'El pozo'.
3.- Son Gato (bajo), Jordá (batería), Alberto (guitarras) y Mella (teclados)y el altísimo vocalista que dá nombre al grupo, Mikel Izal, un treintañero nacido en Pamplona que compone todo el rato, según nos contó en esta entrevista para Divinity, y lo hace en bata.
4.- Su 'Autoterapia' funciona, y mucho: en este cuarto disco que salió en 2018 y que presentan en la gira, se han reiventado, se han perfeccionado, han seguido creciendo y sus canciones siguen gustando a los 'izalers' tanto como los himnos clásicos.
5.- No contestan quién es la mujer de verde pero no reniegan de su gran éxito ni mucho menos: es una de sus canciones más conocidas, todos quieren saber quién es, cada fan de Izal la ha hecho suya, y escucharla en la noche chiclanera en Sancti Petri una noche de verano, apetece. Mucho.