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J Kbello, músico y padre, a punto de tirar la toalla antes del Benidorm Fest: "Voy a terapia para afrontar los cambios"

  • Jesús Cabello, más conocido como J Kbello, quiere representar a España en Eurovisión con 'V.I.P.'

  • El gaditano es padre de un niño de seis años y habla de la paternidad en esta entrevista exclusiva para Divinity: "Adoro a los niños, cuando estoy con ellos soy uno más y me siento identificado con esa vitalidad"

  • "Mi sentimiento de competitividad es muy grande y no voy a ir con medias tintas", confiesa

Jesús Cabello, de Cádiz, sabe lo que es trabajar duro para terminar trabajando de lo que empezó siendo un sueño. Ya de pequeño bailaba y cantaba, y tras algunos pasos por diferentes orquestas, consiguió abrir las puertas del Benidorm Fest. Gracias a Ricky Furiati, Dangelo y la visionaria atención de Blas Cantó, J Kbello dio con un tema, ‘V.I.P.’, con el que romper los esquemas de los españoles en general y el eurofandom en particular.

Padre de un niño de seis años, asegura que sueña con representar a España en Eurovisión y antes de jugárselo todo a una carta el próximo 1 de febrero de 2025, hablamos con él en exclusiva de su candidatura y su proyecto musical y personal:

Amante del anime, surfero, bailarín… ¿por qué cantante?

Empecé a bailar con cuatro años gracias a Michael Jackson. No paré de bailar, hasta fui profesor. Más adelante llegó la oportunidad de participar en un musical. Dio la casualidad de que el protagonista no daba ni una nota y solo éramos ocho chicos. A pesar de que mi madre me ha dicho toda la vida que “canto fatal”, lo intenté y desde entonces empecé a ir a karaokes y demás hasta que un amigo me ofreció participar en una orquesta. ¡Mi primera vez en un escenario fue cantando ‘New York, New York’, de Frank Sinatra!

Lo que en un principio era mi afición se terminó convirtiendo en mi profesión

¡¿Frank Sinatra?! ¿Cuáles son tus verdaderas influencias?

A la hora de bailar, la cultura del hip hop. En la música, la urbana y el pop. Escucho todo: desde el jazz hasta el heavy metal. Eso sí, mis grandes referentes son Michael Jackson, The Weeknd y este año he escuchado muchísimo a Feid. Siento que esa persona compone a piano y luego lo tira a la base de reggaetón.

¿Es la música lo que más dolores de cabeza te genera en el día a día?

Es el ying y el yang. A veces, sí que es lo que más dolores de cabeza me genera porque es una industria complicada, pero también es mi refugio. Recurro a ella cuando estoy feliz y también cuando estoy triste.

Eres ejemplo de la importancia de la formación musical…

Al final es más importante el trabajo que el talento. Hay millones de artistas que se han quedado en el camino por no trabajar duro, a pesar de contar con el don. En mi caso, considero que es 30% talento, 70% trabajo constante. Dar con Alicia Araque, la vocal coach de ‘Cover Night’, fue de lo mejor que me pudo pasar en mi trayectoria profesional. Fue ella quien me ayudó a dar con mi voz rota en los agudos y demás.

Mi formación no solo pasa por la voz, sino que también intento cuidarme en lo deportivo para poder ofrecer lo mejor de mí encima del escenario. Actualizarse es vital.

¿A qué no estarías dispuesto con tal de permanecer en la industria musical?

A hacer algo que no correspondiera con mis valores. Por suerte, no creo en el trueque ni lo he necesitado hasta la fecha. Como dije antes, creo en los resultados del trabajo duro e intento permanecer fiel a mí mismo. Escucho a la gente de mi confianza. Quiero estar donde quiero sin necesidad de pisotear a nadie porque la música es compartir. La única competitividad que tengo es conmigo mismo.

¿Jesús Cabello es un chico impaciente?

Lo era muchísimo. Quería todo para ‘ya’ hasta que me di cuenta de que eso me generaba ansiedad y, por tanto, me iban las cosas peor. Cuando me centré realmente en la música que hago, cuando di con gente que me dijo “relájate, que las cosas llegan”, me empezó a ir mejor.

¿En qué momento se produce ese cambio del que hablas?

Estaba al borde del colapso, al borde de dejar la música. Creía que tenía el nivel necesario como para estar dentro de la industria y no me llegaba la oportunidad. Además, estaba rodeado de gente que no me apoyaba bien realmente. Me faltó nada y menos para tirar la toalla… Pero entonces di con un buen equipo y una orquesta con la que he estado trabajando este último año y me relajé. Hicimos una canción, se alinearon los astros y conseguimos formar parte del Benidorm Fest.

El Benidorm Fest ha llegado para salvarme en lo personal

La paternidad es un paso agigantado que viviste en primera persona, ¿cómo recuerdas ese momento?

La paternidad me llegó muy temprano. Me enteré con diecinueve años de que mi expareja estaba embarazada y fue algo inesperado por las dos partes. A pesar de ello, tener un hijo era el sueño de mi vida. Adoro a los niños, cuando estoy con ellos soy uno más y me siento identificado con esa vitalidad.

Eso no quita que fuera una responsabilidad muy grande. Es para toda la vida. Cuando nació y lo vi en mis brazos, sentí primero “acojone máximo” e inmediatamente me di cuenta de que era lo más grande que me había pasado en la vida. Es el motor que me hace seguir dándolo todo y no tirar la toalla. Quiero ser un ejemplo para él. Le apoyaré haga lo que haga.

¿Qué podría decir Jesús Cabello a todos esos jóvenes que experimentan lo mismo y a los que llega tu trabajo también?

Que los cuiden. Nunca es temprano o tarde, que disfruten de ellos y sean un ejemplo que seguir.

Es inevitable que se hable de tu vida personal siendo artista, ¿este detalle cómo lo llevas?

Regular. De ser artista, la parte que menos me entusiasma es que interese mi vida privada. Pero confío que con el cachondeo pueda dar largas a los compañeros de la prensa cuando se interesen por mis líos, por ejemplo. Lo que no me gustaría es que nadie se metiese con mi familia o expusieran a mi hijo, que cuido muchísimo su intimidad.

Benidorm Fest, ¿ventana de exposición o verdadera ilusión por ir a Eurovisión?

Verdadera ilusión por ir a Eurovisión. Sino no me habría presentado. Cuando hicimos la canción, la compusimos pensando expresamente en eso. Además, Eurovisión ha sido siempre un acontecimiento que reunía a toda la familia en mi casa, como un Mundial de fútbol. Eso no quita que sea perfectamente consciente de que Benidorm Fest es de por sí una exposición enorme que quieren todos los artistas en España.

Mi sentimiento de competitividad es muy grande y no voy a ir con medias tintas. Quiero ganar y representar a mi país en Eurovisión.

Me haría ilusión representar a mi país en el certamen musical más importante a nivel internacional

¿Preparado para sobrevivir al fandom?

Ya he estado leyendo cosas… ¡Parece que viven en una realidad paralela! ¿Por qué se empeñan en defender su propuesta favorita echando por tierra la de otros? Entre nosotros hay muy buen rollo y nada de competitividad. Por suerte, no me afecta para nada lo que leo porque confío en mi equipo y en mi propuesta.

Voy a terapia para saber afrontar los cambios que me pone la vida. No por el ‘hate’. La gente es muy ingeniosa y me río mucho con lo que dicen. Lo que me preocupa son los cambios que se vienen mi vida, personal y profesional.

¿Quién es tu mayor contrincante y por qué?

Daniela Blasco o Carla Figo, las propuestas que llevan más baile. Aunque creo que ninguna canción se parece a otra.

La intención de mi puesta en escena con David Pizarro es que la gente tenga la sensación de estar viendo un videoclip. Nada tiene que ver con lo que haya hecho con otros artistas en ediciones anteriores.

Eres una de las apuestas más actuales de la edición, ¿tienes miedo a no estar a la altura en el directo?

Un mal día lo puede tener cualquiera… Pero confío en mí. Estoy ‘hartito’ de estar en escenarios. Tengo cierto recorrido y estoy tranquilo. Ya tuve un ensayo en directo y fue bastante bien, estoy muy contento. Estoy acostumbrado a bailar y cantar durante dos horas. 

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