El pasado mes de octubre, una noticia revolucionaba el panorama de la música pop española. Un escueto comunicado informaba de que las "trayectorias profesionales de Leire Martínez y La Oreja de Van Gogh seguirían caminos separados". Diecisiete años después, la cantante de Rentería dejaba de ser oficialmente la vocalista de la mítica banda, y se generaba entonces un revuelo mayúsculo para intentar desentrañar la intrahistoria real de su salida. En los meses posteriores, la trama ha seguido trayendo cola, confirmándose en los últimos días que el grupo volverá con nueva música y gira, junto a Amaia Montero. Por su parte, Leire estrena su primer single, 'Mi nombre', este viernes. Y en las entrevistas promocionales ha profundizado en su versión de los hechos, revelando la realidad de lo que vivió hace unos meses.

El mencionado comunicado publicado el 14 de octubre apenas hacía mención a las razones tras la decisión sobre la no continuidad de la que había sido voz de la banda durante la mayor parte de su trayectoria (estuvo diecisiete años en La Oreja por los once de Amaia, la primer vocalista de la formación vasca). Apenas se mencionaba que no se habían conseguido "acercar" las "diferentes maneras de vivir" en el grupo. Mientras los miembros del grupo han permanecido alejados de la primera línea desde entonces, Leire ha seguido trabajando, por lo que ha estado expuesta a preguntas al respecto con cierta frecuencia.

Su norma general había sido la de mantener un cierto mutismo con respecto a la realidad de lo que había pasado. En noviembre sí descartó que su salida hubiese tenido que ver con Amaia, y diciembre, al ser preguntada por el micrófono de Divinity durante la gala benéfica de Spotify 'Equal', rechazó que hubiese sido por motivos de conciliación. "Yo no he hablado de las razones", explicó entonces. Meses después, y a apenas horas de que vea la luz su primera canción en solitario tras su etapa en La Oreja de Van Gogh ( y en la que aborda su salida), ha decidido narrar con mucho mayor detalle qué es lo que ocurrió.

Leire lo ha estado contando en las últimas horas en distintas entrevistas con medios de comunicación españoles. En 'Hora 25', de la Cadena SER, relataba a Aimar Bretos que en esta historia "todos" han perdido, y que ambas partes cometieron errores, señalando una cuestión de comunicación interna como el verdadero problema de fondo. "Las cuatro personas que estaban ya eran amigas. Es normal que las relaciones no sean iguales. No pasa nada. Pero eso hay que saber gestionarlo. Y no supimos", explicaba este pasado lunes en la citada emisora, admitiendo que hace autocrítica pero tampoco se quiere "flagelar".

Una línea similar en la que se ha expresado hace unas horas en una nueva conversación, con el periodista Carlos Marcos para el diario El País. En ella, vuelve a hablar de la responsabilidad de los cinco miembros del grupo, descartando que haya "buenos y malos". Y profundiza con respecto a las dinámicas que se vivían en la formación, revelando el origen de los problemas.

En sus propias palabras, entró a un grupo ya creado, en el que se funciona de una determinada manera, que ella respetó en un principio. "Hasta que dejé de respetarlo… Cuando entré no puse límites, pero en un momento determinado aprendí a ponerlos, y esto no gustó", confiesa, admitiendo que entiende, en cualquier caso, que eso pudiese no gustar, ya que sus compañeros "no estaban acostumbrados". "¿Esto es culpa de alguien? No, pero eso hace que se rompan las relaciones [...] No entendíamos el grupo de la misma manera", ha desvelado. Además, ha destacado que "lo que ocurrió" fue que no solo había motivaciones personales, sino también intereses de negocio, y que cada parte tuvo "sus prioridades".

Además, en la citada entrevista con Marcos, Martínez ha añadido un dato poco conocido hasta ahora con respecto a su salida de La Oreja. El periodista le pregunta si ella se va de La Oreja o la echan, y ella contesta: "A mí se me acaba el contrato". "¿Le hubiera gustado renovarlo?", insiste él. "Probablemente no. Esto lo digo ahora, claro. Pero en aquel momento yo hubiese querido luchar por el proyecto. Hubiera hecho las cosas de otra manera", relata la vocalista, que reconoce que lo intentó, reuniendo al grupo para intentar poner solución a lo que no estaba funcionando, pero que sus compañeros no creyeron que hubiese esa necesidad.

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