La vida de Álex Ubago a sus 40 años: una década casado, dos hijos pequeños y calma vital
Así es la vida actual de Álex Ubago, que acaba de cumplir 40 años
Su mujer María y sus hijos Pablo y Manuela, claves en este nuevo ciclo vital del artista
Ana Milán siempre dice que cumplir 40 es como "darle la vuelta al jamón". Que hay que rascar para encontrar los trozos buenos, pero que cuando das con ellos descubres maravillas. Y en esas está Álex Ubago. Tal y como ha contado en una extensa entrevista para Vanitatis, se encuentra "mejor que nunca" en este nuevo ciclo vital. Hace 20 años que lanzó aquel primer disco al que tituló '¿Qué pides tú?'. Ese en el que entonaba estrofas mitiquísimas como "Y qué más le da / Si quiere volar / Pero cortan sus alas al despegar". Y después de superar el boom mediático, el artista disfruta de la calma después de su décimo aniversario con María, su chica, con la que tuvo a Pablo y Manuela, dos críos con los que experimentó una nueva forma de ver la vida.
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Desde que empezó en esto, una aventura que implicó abandonar la universidad y dejar aparcada su camino hacia la Administración y Dirección de Empresas, ya son seis los discos de estudio y unos cuantos los himnos que han ido construyendo su carrera musical. Pero no fue hasta que cruzó el Ecuador de su vida laboral, hace ya diez años, cuando decidió formar una familia con la que sigue siendo su pareja.
El respeto y la no posesión, claves en sus diez años de matrimonio con María
María le pilló en una época en la que las giras y el fenómeno fan que había detrás de Álex Ubago hacía complicado estabilizar una relación. Eran muchas las noches de concierto en las que les tocaba separarse. Pero quizá esto fue parte de su éxito. Algo que ha reflexionado en la entrevista antes mencionada, donde habla de la suya como "una relación muy sana". "Nos conocemos mucho y nos queremos (...) Hay un respeto total, un convencimiento de que no nos poseemos el uno al otro", ha planteado.
Su gestión de su intimidad se basa en la naturalidad. Si su entorno forma parte de su día a día, ¿por qué no mostrarle en redes, donde son casi medio millón de personas las que le siguen? Sin exponer en exceso, uno de sus hitos personales en su tablón virtual se produjo en septiembre de 2020, cuando hizo balance de su matrimonio con una foto inédita de su boda en la que le confesaba a la madre de sus hijo que la quiere "aún más que al principio".
Pablo y Manuela, los dos peques que cambiaron a Álex Ubago para siempre
Sus padres también ocupan un lugar importante en su vida. Son varias las ocasiones en las que les ha dado las gracias públicamente por estar. Y también por los "genes", de los que se siente muy orgulloso. Pero los grandes homenajeados de su Instagram siempre son sus hijos. Pablo, el mayor, cumplió ocho años este verano. Y al hablar de él, a Álex Ubago siempre le cuesta encontrar palabras que estén "a la altura" de lo que siente por él. "Ni la luz del sol ni la de ninguna estrella es comparable a la luz que tú tienes y que ilumina mi camino", le dedicó en su última publicación.
Según va cumpliendo años, al cantante le cuesta creer que su hijo mayor esté "creciendo tan rápido". Casi a diario aprende una nueva lección de su pequeño, al que le encanta el fútbol y sigue muy de cerca la labor musical de papá Ubago. Es más, la admiración de Pablo por su padre es tal que en unos años podría seguir sus pasos. De momento, el hijo de Álex ya está aprendiendo a tocar la guitarra.
Manuela, la pequeña, llegó al mundo en enero de 2016. "Estoy enamorado de ella", manifestó a los pocos meses de tenerla. Y sus fans, que han seguido muy de cerca la evolución de la pequeña, alucinan cada vez que comparte una instantánea de la menor, que ya tiene cinco años. Cuando está con ella no tiene "prisa", frase que repite cada vez aparece con ella en sus redes.
"No imagino nada más hermoso que tus ojos, esos en los que me pierdo cuando quiero huir de todo. No imagino una mañana sin oir tu voz, aunque a veces tenga que ser a diez mil kilómetros", le llegó a componer. Porque otra cosa no, pero a expresar sus sentimientos con música no hay dios que le gane.