“Era evidente, evidentísimo, que tuve problemas de sonido. Es bastante habitual que esto ocurra, porque por eso estamos en directo”. Así ha respondido Amaia Montero a las numerosas críticas negativas que estaba recibiendo después de su último concierto en Cantabria. La cantante está viviendo horas muy tensas tras el concierto, y, a pesar de que su equipo quiere evitar que hable con las cámaras del programa, ella se salta el protocolo. "A mí me gusta dar la cara, como lo estoy haciendo ahora”. Lo primero de todo es ponerse los zapatos, porque aparece descalza antes las cámaras y bromea: "No vaya a ser que ahora digan....".
En un principio ella solo destaca los problemas técnicos: “Hubo problemas de sonido. De ahí, a todo lo que se está comentando, me parece atrocidad, una barbaridad", afirma. "Y ya, entre mi transformación de cara, y esto, me han llamado de todo”.
La artista ha querido además dirigirse a sus 'haters' para mandarles un claro mensaje: “Por favor, lo único que pido a todos mis haters, que lo den todo de una, que lo digan ya todo de una”. Amaia apela para zanjar la polémica a “los que estuvieron ahí”, en el concierto, para que se juzgara lo que allí sucedió realmente.
"Que si Amy Winehouse, que si abucheos... Abucheos no hubo, te lo aseguro. Es más, es que a mí te diré que nunca me han abucheado”. "No sé cuántos conciertos he hecho en mi vida, pero jamás se ha hablado tanto”, continuaba.
Su equipo quiso evitar que pasara por este momento, y que no hablara de la polémica: “Ellos me quieren proteger porque saben que ha sido una barbaridad. Pero es que yo no tengo ningún problema”,zanjaba.