Jani Seaton, madre de Amy Winehouse, homenajea a su hija en el noveno aniversario de su muerte
La madre de la artista ha querido rendirle un sentido homenaje en el noveno aniversario de su muerte
Han pasado nueve años desde que Amy Winehouse dejara huérfano al mundo del soul, pero su significativa voz no ha llegado a apagarse nunca del todo, protagonizando todavía las parrillas de numerosos programas musicales que repiten y rememoran algunos de sus grandes éxitos. Los excesos de esta fama se llevaron por delante a la joven cantante, que se unía con otros reconocidos artistas a la dichosa lista del ‘club de los 27’.
Millones de fans ponían ayer algunos de sus temas en sus auriculares en su honor y recordaban a través de las redes sociales a esta artista londinense, que amaba la música por encima de todas las cosas. Su madre, Jani Seaton, también sacó fuerzas en esta dolorosa fecha y quiso homenajear de una manera especial a su hija en el aniversario de su muerte.
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La madre de Amy recordó a la intérprete de ‘Back to black’ situando dos de los tacones que pertenecían a la artista junto a una vela encendida. “Love Janis Xxx” (Te ama, Janis), escribía en twitter adjuntando la fotografía de este pequeño altar improvisado. Un emotivo detalle que no pasó por alto entre sus millones de fans, que trataron de mostrarle su apoyo ante esta fecha que tendrá de por vida marcada en el calendario. “Ha sido un largo día y mi cuerpo quiere descansar, así que me voy a dormir pensando en todos aquellos mensajes maravillosos y reconfortantes que me habéis enviado. Dormiré bien esta noche, gracias a todos, os amo”, agradecía los mensajes de ánimo.
Amy Winehouse, una vida llena de música y de excesos
Los que la conocían no aceptaban esa imagen distante y violenta que los medios en ocasiones reflejaban, recordándola como una persona cariñosa y, sobre todo, alguien que estaba entregada a la música desde su infancia. Sus propios padres creaban a la propia artista sin saberlo cuando, para hacerla dormir, cantaban algunos temas de Frank Sinatra, algo que le fascinaba y que le puso la semilla de querer llenar los escenarios donde pisara en un futuro. Un deseo por el que luchó y que vio cumplido con tan solo 20 años, cuando hizo despegar su carrera con la publicación de su primer álbum, ‘Frank’. Un disco que llevaba el nombre de ese intérprete al que había admirado siempre.
Con la llegada de ‘Back to black’ Amy lograba tocar la cúspide de su notoriedad, embarcándose en interminables giras alrededor del mundo y potenciando algunas de las adicciones que ya habían despertado su curiosidad tiempo atrás: las drogas y el alcohol. Un camino sin rumbo que se veía intensificado con una tortuosa relación de amor con Blake Fielder-Civil, y del que intentó salir a través de la rehabilitación meses antes de su muerte. "Nadie la ha visto metida en la cama durante días en una habitación oscura. Estuvo cerca de morir dos veces. Hemos trabajado mucho para que esté como ahora", explicaba cómo iba el proceso su padre en una entrevista dos años antes de su trágico desenlace.
Tras el anuncio de su muerte algunos medios empezaban a especular sobre una posible sobredosis como causa de la muerte, pero su familia se mostraba convencida ante los medios de que este no había sido el motivo, ya que había conseguido “una recuperación fantástica” en su lucha para olvidar las drogas ilegales. El informe forense acababa apoyando la teoría de los padres, al no encontrar ni rastro de sustancias ilegales dentro de su cuerpo, siendo el alcohol el motivo que acabaría de manera tan prematura con su vida. Una pérdida que dejaba huérfano al mundo de la música y tocados de por vida a aquellos que intentaron ayudarla. "Hay un gran vacío en mi vida", explicaba su madre la profunda tristeza que había ocasionado su marcha.