Era la una del mediodía y en el restaurante olía a carne horneándose. El local estaba vacío. Tan solo la luz de una chimenea eléctrica y varias estanterías llenas de libros. Cuando mi compañera Rocío y yo nos disponíamos a ojear qué historias adornaban aquel lugar de la calle Alcalá, un grupo de personas abrieron la cortina que separaba el rincón en el que nos encontrábamos del resto de salas. Era el representante de España en Eurovisión 2020 y su equipo. Empezaba el juego.
El intérprete de ‘Él no soy yo’ y ‘Si te vas’ transmitía paz y tranquilidad. Todo apuntaba a que sería una entrevista solemne e interesante, pero yo buscaba sinceridad y obtener algo más de lo que ya había leído en otros medios. Aún a día de hoy no sé si lo conseguí, pero sí que disfruté de todas sus anécdotas: cómo le han comunicado la noticia que marcará su trayectoria profesional, qué miedos le genera, por qué ‘Universo’ y no otra canción y si es feliz, porque como él dice, “es muy importante preguntarle a alguien qué tal está”.
Blas Cantó tiene las cosas claras y así lo demuestra en esta entrevista exclusiva para Divinity:
-¿Qué supone ir a Eurovisión?
Supone un reconocimiento a muchos años de carrera musical, de cantar y de Eurovisión también. Recordemos que en 2004 estuve en un programa que se llamaba ‘Eurojunior’, en el que estaba María Isabel y que posteriormente ganó su edición.
-¿Cómo te lo dijeron?
Estaba durmiendo. Me llamó el presidente de mi compañía, no se lo cogí y cuando me desperté lo llamé yo. En cuanto Charly cogió el teléfono, me dijo: “¡que nos vamos a Eurovisión! Quieren que seas el representante de España este año”. Acto seguido, pregunté a quién se le había cruzado el cable y dije “¡pues vámonos!”. Luego me volví a acostar (risas).
Entonces llamé a mi madre y, como le dije que no podía decir nada porque lo querían mantener en secreto, me preguntó: “¿tampoco puedo llorar?”.
-¿Estás preparado para ser analizado minuciosamente por todos los eurofans?
Yo creo que realmente no estás en el lugar correcto si no quieres ser criticado. Es algo que llevo por bandera. Uno tiene que saber dónde está, no leer nada ni escuchar nada. Aprovechar las cosas bonitas que pueden aportar algo positivo o ayuden a mejorar la candidatura.
-A lo mejor sí que es bueno leer un poco las críticas constructivas, ¿no?
No. ¿En Twitter quién es constructivo?
-¿Qué es lo que refleja ‘Universo’ del propio Blas Cantó?
Algo maravilloso, que ha hecho el canario Cristian Velasco consiguiendo reflejar en un vídeo todos mis miedos. De esos miedos hago un ejército que me ayuda a sacar lo mejor de mí. ‘Universo’ refleja todo lo que no he dicho o lo que me queda por decir, y por eso pido perdón.
A veces es importante morderse la lengua, pero de tanto hacerlo uno se puede hacer daño. También es necesario dar voz a historias que pueden pasar desapercibidas, pero que son muy importantes en el día a día.
-¿Por qué crees que la gente insiste en querer saber el significado de ‘Universo’?
Cuando salió la canción hubo gente que me dijo que no la entendía, pero eso me gusta. Sería un aburrimiento si tuviera que estar explicando de qué hablan todas mis canciones. Me gusta que la gente las interprete y las haga suyas.
Dentro de 20 años explicaré qué significa ‘Universo’ explícitamente.
-¿De dónde sacas la magia cuando cantas y actúas?
El escenario me da la oportunidad de ser lo que no soy debajo de él. Intento tener una vida normal y que el cantante se quede sobre las tablas, pero en ese momento pienso que es para mí y solo para mí.
-¿Qué es lo que más te preocupa de tu participación en Eurovisión?
Realmente me preocupa estar preparado psicológica y físicamente. Me gustaría estar bien de la garganta y las cuerdas vocales porque es una canción muy exigente
-¿Y de qué tienes más ganas?
Tengo muchas ganas de comer en Róterdam. No sé cómo ni qué se come allí, pero me apetece muchísimo porque además me invitan a todo.
-¿Qué te gustaría que te preguntaran sobre Eurovisión y aún nadie lo ha hecho?
Que si soy feliz. Creo que es importante preguntarle a alguien ‘cómo estás’. Eso es la base de todo. Si estoy feliz, todo irá bien.
-¿Y estás feliz?
Estoy feliz.
-¿Qué crees que vas a sentir el próximo 16 de mayo cuando pises el escenario de Róterdam?
Sentiré alivio y que necesito una copa.