Rosa López pisó por primera vez un plató de televisión hace dos décadas. La cantante fue una de las concursantes de la primera (e histórica) edición de ‘Operación Triunfo’, talent show que les catapultó a la fama y del que salieron formando una “hermandad” que sigue vigente hoy en día, tal y como han evidenciado tras la trágica muerte de Àlex Casademunt. Durante estos 20 años, la artista ha tenido que aguantar todo tipo de etiquetas y críticas, sobre todo aquellas referidas a su estado físico. Harta de esta situación, y tirando de su gran sentido del humor, la de Peñuelas ha respondido a todos esos comentarios.
Vestida con una camiseta de tirantes blanca y unos pantalones naranja, Rosa, desde la cocina de su acogedora casa, se animaba a realizar un reto viral creado en la red social del momento, TikTok. En este vídeo de 40 segundos de duración, la exrepresentante de España en Eurovisión leía algunos de los menosprecios que ha recibido desde que se diera a conocer al público: “Estás más rellenita”, “Te maquillas fatal”, “Antes me gustabas más”, “Triunfita” y, por último, “No me gusta tu música”.
Tras dar a conocer a sus seguidores algunos de los mensajes que tiene que leer y soportar a diario, López rompía a bailar y animaba a sus ‘haters’ a cambiar su forma de ser. “Oye, ¿qué te digo? Vente a disfrutar, a darlo todo. Ríete de ti mismo, que la vida es mucha y nada mejor que quererse para dar lo mejor a la gente que te quiere”, les aconsejaba mientras se lo pasaba en grande con la canción ‘Respect’ de Jennifer Hudson.
La verdad es que la imagen de Rosa es bien distinta a la que conocemos hoy en día. La intérprete de ‘Vacío’ ha hablado en numerosas ocasiones acerca de los 40 kilos que ha perdido gracias a un cambio de hábitos: la artista combina una buena alimentación con algunas horas de gimnasio, algo que le “carga el alma y me da energía para poder con todo”.
“Mi peso era lo primero que impactaba al subirme al escenario, antes que la voz o el estilismo”, comentaba hace unos años en una entrevista para ‘La Vanguardia’. Pese a su sorprendente cambio físico y bajar hasta la talla 42, la cantante considera que sigue siendo bastante complicado encontrar prendas para subirse al escenario: “En el mundo de la música los artistas deben tirar de showroom, con ropa especial y marcas diferentes, pero que solo suelen tener hasta la talla 38”, afirmaba.