Omayra Cazorla siempre lo tuvo claro: quería ser actriz. Lo que no esperaba la canaria cuando su madre la llevaba al colegio, a balonmano o a karate con un lazo en la cabeza es que el futuro le deparaba una serie de sueños cumplidos que le harían “estar muy arriba”. Su carta de presentación es clara: “soy bollera y estoy casada”. Sus complejos los convierte en una parte fundamental de sus monólogos y sus ocurrencias traen de cabeza a Canarias en peso.

Durante su paso por Madrid, viaje que aprovechó para estrenarse sobre las tablas de la mítica sala Galileo Galilei, la humorista visitó Mediaset España para regalarnos una entrevista de lo más personal y un directo de Instagram en el que hace un repaso sobre sus inicios en el mundo del espectáculo.

-¿Es difícil dedicarte a la comedia si eres mujer?

Sí, es un poco complicado. Aunque no lo queramos ver, el mundo sigue siendo de los hombres.

-¿Y si no tienes un físico que 'cumpla' los cánones de belleza estipulados por la sociedad?

La verdad es que no. No tener un físico espectacular me ayuda bastante a la hora de hacer comedia. A veces, el carácter que demuestro tener sobre el escenario sigue vivo cuando me bajo de él, pero tengo que dosificar y no puedo estar arriba todo el rato. No es sano.

-Diferencias entre un hombre y una mujer en el mundo del humor

El espectador sigue prefiriendo al hombre porque creo que a la mujer sigue costándole consagrarse como estrella en el mundo del humor. Según mi experiencia, el espectador siempre va a preferir un cartel mayoritariamente masculino antes que el liderado por mujeres, a no ser que sean referentes.

-¿Has flaqueado alguna vez por un comentario que hayan hecho sobre tu físico o tu profesión?

Muchas veces. Cuando recibo críticas que no son constructivas me vengo abajo porque soy humana, es normal. Me afectan las cosas como a todo el mundo.

Esto es un trabajo, lo que no puedo hacer es llevar mi vida a un monólogo. Hay mucho de mí en mis espectáculos, pero intento que el texto sea lo más sano posible. Yo ya me arreglo con la psicóloga.

-¿Crees que el "body positive" es una moda pasajera?

Espero que no. Ojalá no sea una moda pasajera, sino que perdure y se convierta en un estilo de vida.

-Protagonizaste una polémica muy sonada por pedir a Amancio Ortega que hiciera tallas más grandes, ¿en qué quedó la cosa?

Efectivamente, sacó tallas más grandes pero no gracias a mí. ¡Eso es lo que dicen ellos, aunque se pusieron en contacto conmigo a través de correo electrónico!

-¿Llegará el día en el que el físico no importe?

Las utopías están ahí para hacerse realidad...