Esra Dermancıoğlu, la actriz que daba vida a Zahide Demirhan en 'El juego de mi destino', ha estallado y ha hablado de la complicada situación profesional que sufren los intérpretes de más de cuarenta años. La actriz, que se siente profundamente indignada y decepcionada con la industria audiovisual de su país, ha compartido un vídeo de más de siete minutos en el que habla de las trabas que se encuentran a la hora de acceder a papeles protagonistas. En pleno auge de las series turcas, que se han convertido en todo un fenómeno internacional, el sector no cuenta con ellos para convertirlos en los protagonistas de las grandes historias que han conquistado todos los rincones del planeta y que han alcanzado un éxito mundial sin precedentes en Turquía.
"¿Sabéis que en este país viven hombres y mujeres de más de cuarenta años?". Con esa pregunta comenzaba su discurso la conocida intérprete, que ha querido poner en evidencia que en su país los jóvenes entre 20 y 27 años acaparan los papeles protagonistas de la industria televisiva y cinematográfica, mientras que las personas de 40 y más años son ignoradas.
La situación para la actriz, que no comprende que intente invisibilizar a los actores de su generación, es vergonzosa y no representa la realidad social. "Nosotros, entre los 40 y 50 años estamos enamorados, todavía hablamos, nuestro cerebro funciona, no contraes Alzheimer después de los 40... Estamos constantemente viendo el desfile de moda de los jóvenes de 20 y 27 años. Hay que cuestionarse lo que está pasando", ha señalado la actriz, que ha insistido en la necesidad de hacer series en las que ellos sean quienes lleven el peso de la historia. "Existe la mediana edad. Estamos vivos. Es como si después de los 27 todos en el país fueran zombis, todos estuvieran bajo la tumba y nadie experimentara nada. Solo se come de 20 a 27, solo se vive a esa edad, solo se enamora ellos. Me voy a volver loca, no puede ser así", ha dicho visiblemente indignada.
La falta de papeles para actores de su edad ha llevado a la intérprete a señalar directamente a los productores turcos. "Las historias se cuentan sólo en un rango de edad. Mi cerebro está fallando y me estoy ahogando, como si me estuviera volviendo loco. Quizás los guionistas quieran escribir, pero el productor se niega. Ya no vemos series de televisión ni películas, ya vemos un desfile de moda. Visten a las niñas y no hay ninguna historia", ha aseverado la intérprete.