Julián Contreras ha aprendido a asumir que la de cuál es su relación con sus hermanos Fran y Cayetano Rivera "es una pregunta que va a estar siempre". En otros tiempos, el hijo menor de Carmina Ordóñez aseguraba que ésta era "normal". Otras veces la ha definido como correcta. Incluso han tenido rachas en las que su vínculo se estrechó. Sin embargo, coincidiendo con el lanzamiento de su última novela erótica, el empresario ha decidido ser más honesto que nunca y no solo confirmar que el trato con sus hermanos es nulo, sino desentrañar los motivos de esta fractura que parece ser irreparable.

En una entrevista para El Español dentro de la promoción de esta nueva incursión editorial, Contreras ha explicado que, después de muchos altibajos, la conclusión a la que ha llegado es que han "llegado a un punto que tenemos que asumir la edad que vamos cumpliendo" y entender que, como "adultos y personas mayores", sus problemas familiares no se pueden excusar como "una riña entre hermanos". Lo suyo con Fran y Cayetano, que son mayores que él, va mucho más allá.

"En mi caso, no es una cosa que esté sujeto a polémica, no hay dardos. Se ha diluido, no queda ya. No tengo relación", ha dejado claro. Eso sí, aunque la vida le ha demostrado que los apegos de sangre pueden derivar "en una gran toxicidad", es muy complicado "cortar ese vínculo". "Si entran ahora mismo por la puerta yo los abrazo con total cariño. Pero no tengo relación de 'hola, ¿qué tal estás?", ha manifestado.

Esta decisión de echarse a un lado y continuar avanzando sin este lastre ha tenido consecuencias para Julián Contreras. Aunque ya tiene asumido que con sus hermanos nunca volverá a tener lo de antes, lo que sí le entristece enormemente es que, en consecuencia, se separe de otros miembros del clan como su sobrina Tana Rivera, la hija mayor de Fran y de Eugenia Martínez de Irujo.

Aunque parezca drástica, esta misma postura fue la que adoptó el propio Francisco hace una semana vía ¡Hola! cuando anunció que rompería para siempre sus lazos con Kiko, su otro hermano de padre, a raíz de su conflicto con Isabel Pantoja. Según contó, lo que siente por su hermano 37 años después de la muerte de Paquirri es "pena" y "cierto rencor" que le han hecho llegar al "límite".