Toni Cantó jamás olvidará la madrugada del sábado 29 de enero de hace once años. Esa en la que le llamaron para comunicarle que su hija Carlota, fruto de su polémica relación con la también actriz Eva Cobo, había sufrido un accidente de tráfico mortal. Por entonces, dada la conocida enemistad entre los padres de la joven fallecida, su ausencia en el último adiós copó infinidad de titulares. Pero tal y como ha contado ahora en una entrevista para Uppers, él estaba descubriendo en su propia piel lo que es pisar el infierno.
Si Cobo contaba hace apenas una semana que a raíz de aquello entró en una profunda depresión que le tuvo más de un año sin salir de la cama, Cantó también ha querido dar su propia versión de aquellos meses terribles que sucedieron a la pérdida de su primogénita (ya que de aquella ya era padre de Lucas, su segundo hijo, este fruto de su noviazgo con Carla Hidalgo).
Toni Cantó pensó que su ruptura con la madre de Carlota fue su "primer infierno personal". "Aquella separación vino aparejada con un componente social muy fuerte por un programa que había entonces en el que dijeron barbaridades… Eso me pasa ahora y me la pela, pero entonces me afectó de un modo brutal: pensé que no iba a levantar cabeza, ni personal ni laboralmente", ha expresado a nuestros compañeros de Uppers. Lo que jamás se imaginó es que poco después llegaría "el otro infierno, el de verdad", el del complicado duelo que supone sobrevivir a una hija.
Aunque la prensa se encargó de hablar por él, el ahora director de la Oficina del Español de Ayuso ha asumido que entró en un "estado muy complicado, muy oscuro, salvaje… muy violento" que le incitó a "querer hacer daño" y a querer hacérselo a sí mismo. "La rabia tiene que ver con la incapacidad de sacar un dolor tapado y me costó mucho sacarlo a paladas pacientemente. Aceptarlo y atravesarlo me permitió seguir con mi vida", entendió más tarde.
En esta charla para Uppers, Toni Cantó también ha hecho balance sobre qué habría sucedido si un kamikaze no hubiese chocado frontalmente con el coche en el que iba su hija acompañada del que por entonces era su novio. "Yo creo que está bien así. Hay que aceptar…", ha manifestado al plantearse un cambio en su relación con Carlota de haber sabido su trágico final. "En el libro digo que no sé cómo he sobrevivido a tantos errores. Lo fundamental es que aún cometiéndolos todos, hice en aquel momento lo mejor que supe".
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