Paula Echevarría enseña su playa de la infancia a su hijo Miki: "Es como si yo también la viera por primera vez"

Paula Echevarría está aprovechando los últimos días del verano en Asturias, su ciudad natal. Si hace unos días nos enseñaba a través de las redes sociales cómo le había quedado la segunda residencia que tiene allí tras hacer una reforma integral, ahora nos ha enseñado cómo está viviendo su hijo Miki, que tiene un año, esas primeras veces en la playa en la que tantas horas pasó su madre durante su infancia.

La actriz ha querido que el hijo que ha tenido en común con Miguel Torres conozca los mismos lugares en los que ella pasó tanto tiempo de pequeña y de los que ahora disfruta cada verano. Candás, que es el pueblo asturiano en el que nació y vivió hasta que se mudó a la capital, ve ahora crecer al pequeño Miki y a Daniella, la hija que tuvo en común con David Bustamante hace catorce años.

Paula Echevarría ha publicado unas imágenes en la playa, en bikini, y disfrutando de su hijo Miguel. El pequeño, que lleva puesto un bañador de color rojo, juega con su madre, con las olas y también hace castillos en la arena. "La playa de toda mi vida. Al enseñártela a ti, es como si yo también la viera por primera vez", ha dicho la intérprete desde la playa Palmera, en Candás. No es la primera vez que la ex de David Bustamante asegura estar viviendo "primeras veces" con cada cosa que descubre el pequeño Miguel.

Unos meses después de dar a luz, la actriz retomó todos sus compromisos profesionales. En una entrevista que concedió a este medio en su reaparición, Paula nos explicó que no estaba siendo igual la maternidad que vivió con Daniella cuando tenía 30 años que ahora, con Miki, que tiene 40. "No te puedo decir que sea ni mejor ni peor, pero es más calmada, más tranquila. Mi estado era mucho más tranquilo", nos decía sobre el momento vital que ha experimentado en este último año.

Pero el nacimiento del pequeño Miguel lo tiene que compaginar con la adolescencia de su hija Daniella, que tiene 14 años. "Los llevo bien porque la verdad es que al ser más mayor, cada día me da menos que hacer. Es todo lo contrario. Si tengo que darme una ducha y estoy con el peque le digo: ‘Dani, sujétamelo un momento’. Tampoco es una ayuda que te mueres, porque tiene este punto adolescente de ‘oye, mamá, o sea, es tu hijo no el mío’, pero sí que ayuda porque le quiere mucho y se lo pasa pipa con él", nos contó.