Pilar Rubio habla abiertamente de su decisión de no ocultar el rostro de sus cuatro hijos con Sergio Ramos

Lo de mostrar o no el rostro de tus hijos siempre es un debate cuando asciendes a la categoría de famoso. Desde que en los noventa se decidió que los menores debían de estar protegidos por la ley frente a los intereses de la prensa del corazón, para la que hasta entonces no existía el pixelamiento, su exposición dejó de ser un problema. Sin embargo, la llegada de Instagram y de ese fervor por mostrar a los niños en redes volvió a poner el debate sobre la mesa.

Algunos vips se negaron (y se niegan) en banda a que sus seguidores pudiesen ver la cara de sus peques. Otros, alegando naturalidad, decidieron hacer todo lo contrario. Y ambas opciones siempre han sido objeto de críticas. Un tema con opiniones muy polarizadas sobre el que han hablado largo y tendido Pilar Rubio y Laura Escanes en el último episodio de 'Entre el cielo y las nubes', el podcast de la influencer para Podimo.

Mientras la segunda acordó con Risto Mejide ocultar el rostro de Roma hasta que su hija, la única que tuvieron en común, tuviese oportunidad de elegir si quería ser un personaje conocido, la primera decidió que por su posición como celebridad (y sobre todo la de su marido, el futbolista Sergio Ramos) sus esfuerzos por no enseñar a sus hijos, que ya son cuatro, serían en vano.

Así se lo confesó a Escanes, ante la que asumió que este "es (y fue) un dilema". Sin embargo, tras varias conversaciones con el que fue capitán del Real Madrid, ambos llegaron a una conclusión: "Mira, cuando su padre gane una Champions, sus hijos van a querer salir al campo, donde hay mil cámaras enfocándoles'. Al final son momentos que son únicos y en los que están expuestos".

Ahí estaba la disyuntiva. ¿Les compensaba "privar" a Marco, Sergio, Álex y Máximo Adriano "vivir momentos tan especiales" como ese por no exponerles? "Es complicado", admitió Pilar. "De momento lo gestionamos bien. No es algo abusivo, pero sí que compartimos ciertos momentos con ellos".

Una vez se tomaron esto como parte de su realidad, tanto Pilar Rubio como Sergio Ramos apostaron por la normalidad más absoluta. Posando con los niños a la puerta del hospital tras el nacimiento de alguno de sus hermanos. Dándoles el lugar que merecen en su boda. Haciéndonos partícipes de su simpatía (y de alguna que otra gamberrada) en sus respectivas redes sociales. Algo que, aunque Laura Escanes no comparta, sí respeta, muy consciente de que "hagas lo que hagas" siempre va a haber alguien a quien le parezca mal.