Fue en 2016 cuando Álvaro Morata y Alice Campello comenzaron su relación. Siete años han pasado ya desde entonces, un tiempo en el que la pareja ha dado un buen número de pasos adelante en su vida en común. Se casaron en junio de 2017, es una espectacular boda en Venecia. Un año después, se estrenaron como padres con el nacimiento de sus mellizos, Leonardo y Alessandro. En 2020 llegó Edoardo y en enero de este 2023, tras un complicadísimo parto en el que llegó a temerse por su vida, nació Bella. En estos años, y debido a sus profesiones, la pareja ha tenido el foco público encima. Y eso tiene consecuencias, como ha contado ahora la influencer.
Cuando se conocieron, durante la etapa de Morata en la liga italiana, el madrileño era ya un futbolista muy conocido, que ya había jugado con el Real Madrid durante varias temporadas y era miembro activo de la selección española. Y en todos estos años, Álvaro ha seguido en la primera línea deportiva. Algo que ha tenido un impacto en su vida familiar con la influencer y sus hijos, y que va más allá de las ausencias debido a los viajes o las contradicciones. Tiene que ver con las críticas.
Así lo ha explicado la italiana en su paso por el podcast de Violeta Mangriñán, 'Lo tienes crudo'. En su charla con la influencer y extronista valenciana, Alice se ha sincerado sobre su faceta como creadora de contenido, sus dudas y miedos como madre. Y una de las preguntas que le ha planteado Violeta es si se producen más críticas en el mundo de los influencers o en los campos profesionales de sus respectivas parejas, el del fútbol y el de la música, al que se dedica Fabio Colloricchio. Campello ha aprovechado para sincerarse.
"Sinceramente, yo con Álvaro lo viví muy mal en el fútbol", ha comenzado Alice. A la hora de dar su testimonio, ha comparado su caso con el de la familia Beckham, que en el reciente documental sobre la figura del futbolista, reconocía que David sufrió depresión por culpa de las presiones futbolísticas. "No sé si has visto la serie de los Beckham”, dice Violeta. “Nosotros, de forma más pequeña, hemos vivido una cosa muy parecida dos veces", ha apuntado.
La primera, cuando estaba en el Chelsea: "Pasamos una mala época, él estaba lesionado y no sabes las cosas que nos escribían”, ha admitido. La segunda, durante la Eurocopa, tras fallar un gol, cuando recibió mensajes de todo tipo. "He llegado a pensar cómo una cabeza puede llegar a pensar cosas tan malas”, ha reflexionado Alice.
El impacto no se circunscribe al futbolista, sino que se extiende a su familia. "Yo ya estoy aprendiendo a no leer, pero también me pasaba que iba al estadio, fallaba un gol y me miraban mal. Han llegado a gritarme en el estadio como si fuera yo la culpable", ha admitido la empresaria italiana. Por suerte, como ella misma ha explicado, esto no ha hecho más que unirles como pareja.
Pero, aunque se intente proteger, esto también ha coleado con respecto a sus hijos. Algo que pasó, por ejemplo, cuando Morata se pasó del Real Madrid al Atlético de Madrid, y la gente les decía cosas por la calle cuando iban con los pequeños. "Para mí los niños no se pueden tocar, a Álvaro decirle lo que quieras, pero a mis hijos no les metas en tema de trabajo. Hemos tenido muchas experiencias así, pero a ellos ya les da igual", ha revelado.