Fernando Torres es uno de los futbolistas que, sin duda, ha marcado a toda una generación y se ha convertido en una leyenda. El exjugador del Atlético de Madrid colgó las botas en 2019 tras casi dos décadas en activo de forma profesional. Sin embargo, su trayectoria en el deporte comenzó desde muy pequeño y de la mano de su padre, quien ha fallecido hoy a los 73 años de edad.
José Torres ha muerto este miércoles por causas desconocidas hasta la fecha. Según ‘Semana’, la familia, que por el momento no se ha pronunciado y le ha despedido en la más absoluta intimidad, estaría muy afectada por su pérdida, siendo Fernando uno de los más consternados.
Y es que el exfutbolista, además de la gran conexión que mantenía con su padre en lo personal, también lo hacía en lo profesional, siendo este último el responsable de sus primeros pasos en el deporte.
Tal y como cuenta él mismo a través de su página web oficial, fue a los 4 años cuando comenzó a surgir su interés: “Recuerdo que mi padre siempre que podía jugaba conmigo. Especialmente en Gastrar, una pequeña aldea del Concello de Boqueixón en A Coruña donde pasaba las vacaciones con mi familia”, confiesa Torres.
Solo un año después, ingresó como portero en su primer equipo, el Parque 84 de Fuenlabrada, lugar que le vio crecer. Posteriormente, a los 9 años, visitó la Sala de Trofeos del Vicente Calderón, feudo del Club Atlético de Madrid: “Recuerdo que mi padre no quería decirme dónde íbamos, no sé quién de los dos estaba más ilusionado, él por las ganas con las que me llevaba o yo, por la sorpresa que me esperaba”.
Además, en su documental 'Fernando Torres: el último símbolo', José recalcó los sacrificios que tanto él como su mujer hicieron para que el pequeño pudiera alcanzar un sueño al que puso el broche de oro en mayo de 2001, cuando disputó los primeros minutos oficiales con el equipo de su vida.
Casi dos décadas después, 'El Niño' se retiraba rodeado de su círculo más íntimo y dedicando una mención especial a su progenitor: “A mi padre por su ejemplo, por no perderse un partido, por enseñarme los valores que luego también el Atlético me enseñó. Gracias por dejarme siempre elegir y equivocarme para así aprender de mis errores. Gracias papá", afirmó.