Rafael Amargo ha sido uno de los grandes nombres del mundo del baile y la escena españolas. Desde finales de la década de los años noventa, el granadino desarrolló una larga trayectoria como bailarín y coreógrafo a la que, con el paso del tiempo, se sumó una destacada faceta televisiva, que acabó por convertirle en un rostro muy popular. En los últimos días ha vuelto a la actualidad tras ser absuelto del delito de tráfico de drogas del que se le acusaba y por el que pasó seis meses en prisión. Al sincerarse sobre lo que ha vivido, Amargo mencionaba el reencuentro con sus hijos. Repasamos qué es lo que se sabe de León y Dante, a quienes puedes conocer mejor dando 'play' al vídeo que encabeza esta noticia.
Fue en diciembre de 2020 cuando comenzó la pesadilla para el bailaor, al ser detenido tras una acusación por un supuesto delito de tráfico de drogas desde su casa y pertenencia a organización criminal. Comenzó entonces un largo proceso, durante el cual Rafael siempre defendió su inocencia. Entre noviembre de 2023 y abril de este mismo año, el andaluz tuvo que ingresar en la prisión madrileña de Soto del Real. La Fiscalía pedía para él nueve años de cárcel, pero finalmente la Audiencia Provincial de Madrid absolvía al artista.
En estas últimas semanas, desde que salió de la cárcel, el de Valderrubio, ha tenido contadas pero contundentes apariciones públicas, en las que ha narrado cómo ha vivido estos últimos meses y años hasta ser absuelto de todos los cargos. En sus palabras ha habido un hueco especial para sus dos hijos adolescentes, con los que dijo que ya se había reencontrado, explicando que el encuentro con ellos ha sido como un nuevo "comienzo". Pese a que su vida personal ha generado mucho interés en la crónica social, su faceta como padre siempre ha sido una de las más protegidas, y sus hijos, dos grandes desconocidos.
León y Dante son fruto de la relación sentimental que Rafael tuvo con la bailarina Yolanda Jiménez, su primera mujer. Su matrimonio se extendió durante 2003 y 2006, aunque años después retomarían su historia de amor brevemente. León, el primogénito del coreógrafo, nació en enero de 2005, por lo que tiene ya diecinueve años. Por su parte, el benjamín, Dante, llegó en 2008, por lo que este año cumplirá dieciséis. Siempre se han mantenido totalmente alejados del foco, aunque de pequeños no era extraño que acompañasen a su padre a algún evento.
Son, por tanto, muy escasos los datos que se conocen sobre ellos. Sí se sabe que la relación con su progenitor es "normal" y goza de buena salud, como contaba él mismo en las mencionadas declaraciones. "Les quiero muchísimo", aclaraba Rafael, que lamentaba, eso sí, el impacto que ha tenido su proceso judicial en sus vidas. "Uno de ellos debido a este tema estaba jugando en un equipo de fútbol y ha tenido dejarlo porque no lo ha soportado". El andaluz confía en que "reharán sus vidas", ya que aún son jóvenes.
Sí se sabe, por ejemplo, que esa vinculación con el deporte, concretamente con el fútbol, de sus retoños viene de lejos. Puntualmente, ha habido menciones a ellos en sus redes y, en 2020, daba cuenta de la afición de su hijo Dante, "el más constante con su vocación", que por entonces jugaba como alevín. Por su parte, el mayor, León también es futbolero: en redes hay imágenes del niño, al que Rafael llamaba "mi príncipe" con su padre y su madre cuando era pequeño, vestido del Real Madrid en pleno campo de fútbol.