Elena Tablada ha decidido dar un paso adelante y hablar en profundidad sobre su vida personal en una docuserie para mtmad, 'Me quedo conmigo'. A lo largo de cuatro capítulos, la diseñadora ha realizado un ejercicio de terapia junto a la psicóloga Andrea Vicente que ha permitido explorar muchas de las cuestiones y tramas en torno a ella, como su matrimonio con Javier Ungría o los miedos con respecto a sus dos hijas, Ella Bisbal y Camila Ungría. Una de las historias que se explora en el formato es el vínculo entre ella y su familia, con la participación de su madre y su hermana Naelé. Con la primera, Elena ha tenido una relación compleja, que ha conseguido cambiar, reconciliándose con ella.
'Me quedo conmigo' ha servido, a lo largo de sus cuatro entregas, emitidas en los últimos días en Mitele, para conocer a una Tablada distinta, que hasta ahora había preferido pasar de puntillas, al menos públicamente, sobre algunos temas de su vida privada. En esta ocasión, la que fuera pareja de David Bisbal ha abordado con todo lujo de detalles algunos de los episodios más complicados de su vida, analizando e intentando recomponerse y sanar sus heridas, de la mano de la mencionada profesional de la psicología.
Sus relaciones sentimentales han ocupado buena parte del formato, pero también ha habido un hueco importante para sus vínculos familiares, como lo mucho que le afectó la muerte de su abuela, Elena Moure, fallecida en 2020, o cómo se lleva con su madre que, como ella, también se llama Elena Tablada. En los dos últimos capítulos, la diseñadora valora cómo era el vínculo con su progenitora que, en sus propias palabras, solía hacerle reproches, explicando que "sabe el punto mío" y revelando que no le gusta que sus hijas Ella y Camila lo vean.
Tablada ha explicado que los problemas no se hablaban y que para su madre, "nunca" está en posesión de la verdad. Es por eso por lo que hace tiempo decidió "poner un poco de distancia", explicaba, admitiendo haber estado tres meses sin hablar con ella mientras era una veinteañera, reconociendo que le gustaría que le dijese más cosas positivas. Con ganas de reforzar y mejorar el vínculo con ella, Elena estaba dispuesta a dejarse ayudar por Andrea Vicente para que madre e hija consiguiesen encauzar las cosas. Y así ha sido.
Junto a la psicóloga, ambas han profundizado en cuestiones puntuales, como la posición de Elena madre en las relaciones de su hija. Todo ello con la ayuda de su hermana pequeña, Naelé, que también se ha sumado al ejercicio de terapia y ha permitido entender mejor las dinámicas entre las dos Elenas. En imágenes inéditas que puedes ver al comienzo de esta noticia, ambas han realizado distintos ejercicios, como verse mutuamente en los ojos de la otra, o decirse mutuamente cosas positivas. Finalmente, ambas se abrazaban, satisfechas con el importante avance.
Y en la última aparición de la exconcursante de 'Bailando con las estrellas' en la docuserie, ha explicado que, con "sus luces y sus sombras", no cambia a su familia "por nada del mundo", reconociendo los grandes logros de Andrea con su madre, que nunca había estado en manos de un profesional de la psicología. "Va a ayudar mucho, sobre todo cuando mis hijas vean esto cuando tengan la edad", ha reflexionado.