Álvaro Morata ha decidido dar un importante paso adelante y hablar, en profundidad y abiertamente, de la difícil depresión que ha vivido. Se trata de un movimiento poco habitual en un mundo como el del fútbol, que llega después de que el delantero haya pasado una temporada muy difícil en los últimos meses, desde lo deportivo, pero también de lo personal. Una entrevista con Alberto Herrera para la Cadena COPE ha sido el espacio en el que ha decidido sincerarse al respecto, revelando en detalle su proceso y cómo este le afectó en distintos aspectos de su vida. Uno de ellos, el vínculo con sus cuatro hijos con Alice Campello. Esto es lo que ha contado.

El testimonio del delantero del AC Milan ha servido para arrojar luz a la situación que ha atravesado en los últimos meses, entre dudas con respecto a su continuación en el Atlético de Madrid y en la selección española, que finalmente se vieron zanjadas durante la pasada Eurocopa, en la que los jugadores de la Roja se alzaron como vencedores. Una experiencia y un final, el del torneo europeo, que tuvo un importante impacto en la enfermedad que vivió el madrileño. "Lo mejor que me pudo pasar, además de ponerme en tratamiento, fue rodearme de mis compañeros", ha explicado en la citada charla en 'Herrera en la COPE', revelando, además, que se apoyó y pidió consejo a otros futbolistas que habían vivido situaciones parecidas, como Andrés Iniesta o Bojan Krkić.

Álvaro, que ha hablado también de su ruptura con la empresaria tras ocho años juntos, ha explicado que todo lo vivido tuvo un potente impacto en sus cuatro hijos: Alessandro, Leonardo, Edoardo y Bella, de seis, tres y un año, respectivamente. Campello había expresado ya en alguna ocasión que los niños habían vivido situaciones tensas por las críticas a su padre. Y su progenitor ha abundado ahora en ello, revelando que todo esto tuvo consecuencias. "Me daba vergüenza salir con mis hijos", ha explicado al periodista, que ha preguntado por las razones de esta afirmación.

El jugador ha explicado que cada vez que salía con los pequeños había algún episodio de gente preguntándoles cosas de fútbol o haciéndoles comentarios sobre sus partidos, lo que tenía un impacto en ellos. "Al final tampoco querían ir a la compra, hacer cosas que hace un padre normal con sus hijos", ha recordado. Morata reconoce que este tipo de "episodios incómodos" que vivió en España no los experimenta en Italia. "Es diferente, allí les respetan, allí su padre ha jugado en los mejores equipos del mundo, aquí los niños escuchan lo que se dice en casa", ha distinguido.

Para él, en cualquier caso, la cuestión va más allá de la crítica deportiva, ya que, según sus palabras, se ha convertido en una la "broma fácil", lo que ha generado bastantes problemas. El futbolista llegó a ser insultado "de manera fuerte" delante de sus descendientes, por lo que decidió que tenía que tomar medidas, "o no sales de casa".

Morata ha dejado claro que la suya es una "enfermedad como cualquier otra", y ha reivindicado que, como ocurre con las molestias físicas, han de ser tratadas con profesionales. Ha explicado que ahora está "bien" y es "feliz", pero que tuvo que pedir ayuda cuando vio que esto se le "iba de la manos", y ha estado medicado para ello.

Muy especialmente, ha destacado la necesidad de dar una mayor visibilidad a este tipo de situaciones, de derribar tabúes que todavía existen con respecto a la salud mental, y ha incidido en que, según su opinión, esto debería de enseñarse más a los niños en los colegios en lugar de otras materias. "Que el psicólogo es una cosa buena, que el psiquiatra es una cosa buena y que es necesario", ha reivindicado. "Yo tenía todo y tenía miedo de todo", ha resumido sobre el hecho de que son procesos que pueden suceder a cualquiera, independientemente de su contexto..

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