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Familia

Chema Prado, la pareja de Marisa Paredes desde hace cuarenta años al que conoció por Almodóvar

A primera hora de este martes, la Academia de Cine ha anunciado la triste noticia del fallecimiento de Marisa Paredes a los 78 años. Hace tan solo unos meses, la actriz habló abiertamente (tal y como puedes ver en este vídeo) de lo feliz que se encontraba en su nueva etapa como abuela. "Mi nieta Telma es una joya. Artista no, lo siguiente. Como la madre, sí, y como el abuelo. Es una artistaza, tiene una gracia total. No conozco otra abuela mejor", decía sobre su familia. La que fue Goya de Honor en 2018 fue madre de María Isasi junto al director de cine Antonio Isasi, pero rompieron tras seis años de relación y Marisa comenzó una nueva historia de amor con Chema Prado, el hombre con el que ha pasado los últimos cuarenta años de su vida.

Un gran conocido en el mundo de la interpretación, Chema Prado es productor, fue director de la Filmoteca Española durante 27 años, miembro del Comité Ejecutivo de la FIAF y asesor del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, entre otros puestos dentro del cine.

Una relación que comenzó gracias a Almodóvar

Fue el propio Prado quien conto en una entrevista a 'La Voz de Galicia' que Pedro Almodóvar acababa de rodar 'Entre tinieblas' y le pidió que le presentase a Marisa Paredes. "Fue en Venecia", aseguró entonces. 

A pesar de pasar más de cuatro décadas juntos, Marisa y Chema nunca quisieron casarse. Ella misma explicó que había crecido en una generación en la que no existía el matrimonio civil ni el divorcio y que por eso se sentía en contra de un matrimonio "en el que amar hasta que la muerte te separase".

Aunque vivían juntos en Madrid, la actriz y el productor tenían una segunda vivienda en el edificio Torres Blancas, en la planta 21, en el que pasaban también mucho tiempo. En el año 2019 concedieron una entrevista a AD abriendo las puertas de esa casa en el mítico edificio de Sáenz de Oiza, en Madrid.

"Cuando Torres Blancas se estaba construyendo, pensábamos: qué rara es, parece una tarta, no nos gustaba nada. Sí, era original, pero nos daba un poco de cosa", recordó la actriz sobre su pensamiento a mediados de los años 60. Una vez terminaron las obras, Marisa conoció el edifico por una amiga que se compró uno de los pisos y fue entonces cuando se sintió "atrapada" por sus curvas. "Llegué a Madrid en 1970, visité el edificio y conocí otros trabajos del arquitecto, al que admiraba. En el año 80 pude alquilar un piso en la planta 21 y me instalé allí", contó Chema Prado, pareja de Marisa. 

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