Fue en 1995 cuando Manel Fuentes, que había estudiado Periodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona, entró a formar parte de la radio catalana. Aunque tenía claro que lo suyo era la comunicación, realmente se sentía más cómodo en todo lo relacionado con el humor y el entretenimiento. Por eso encontró su sitio en Crónicas Marcianas, un programa que le dio el salto a la fama y que fue su primer proyecto en televisión. Años más tarde consiguió sus propios programas en la pequeña pantalla, como La noche... con Fuentes y Cía o el liderazgo de Caiga quien caiga. 

Actualmente es uno de los presentadores españoles más reconocidos y, en unas declaraciones a ABC concedidas hace unos meses aseguraba que "la fama y el dinero no te cambia". "Si te vuelves imbécil es porque ya eras imbécil. Yo tengo claro de dónde vengo. Vivo en el mismo barrio, aunque en una casa mejor, eso sí. Tengo los mismos amigos, hago la vida de barrio y disfruto de la camaradería de los míos", aseguró entonces. ¿La toma de tierra? Su familia, que han estado con él desde el principio y es lo que le hace no perder el rumbo.

En lo referente a su vida privada, el presentador ha intentado ser siempre muy discreto. Sus redes sociales son un reflejo de su faceta personal, pero en las fotos que publica con sus hijos siempre evita mostrar su rostro y no hay ninguna junto a su mujer. Sin embargo, Clara Cabezas, la mujer con la que comparte su vida desde hace más de veinte años, sí ha hecho en alguna ocasión partícipes a sus seguidores de su vida sentimental. Clara es una discreta periodista en TV3 y en su cuenta de Instagram aprovecha para compartir reseñas de sus libros favoritos.

Durante su matrimonio han tenido dos hijos, Max y Bruna, que tienen 20 y 16 años. En una entrevista a ABC, Manel explicó que cuando se convirtió en padre dejó de ser egoísta y descubrió que en la vida hay "otras prioridades antes que tú". "Debes cuidarles y aprender a respetarles, saber que tienen su propio criterio, que son independientes. No me gusta decir que siento orgulloso de ellos porque no me pertenecen, son del mundo. Me siento feliz al verles felices", aseguró orgulloso.

También en declaraciones al medio citado contó que el fútbol le une con sus hijos, que son "muy futboleros" y él va a verles jugar y disfrutan juntos de los partidos del Barça. "Dos o tres veces al año nos vamos de viaje todos juntos y compartimos esos momentos con intensidad. Los recordaremos siempre", dice sobre el tiempo que pasan en familia.

Max y Bruna también son fans de los formatos que presenta su padre. "Mi hijo mayor, antes, solía venir. Pero ahora lo tengo estudiando fuera... Aunque hablamos seguido y hacemos videollamadas y esas cosas. Pero no, no siento el síndrome del nido vacío. Más bien, junto a mi chica Clara, estamos aprovechando para recuperar espacios de pareja", confesó sobre la etapa que está atravesando actualmente.

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