2024 fue un año verdaderamente intenso para Elena Tablada. Ella misma lo reconocía recientemente en sus redes sociales al hacer balance de lo vivido en los últimos doce meses, recopilando en una publicación de Instagram varios momentos importantes para ella, reconociendo haber vivido "sin excusas, sin vergüenza, sin complejos, sin razones", "bailando los trescientos sesenta y cinco días del año" porque le hace feliz. La diseñadora reconocía afrontar 2025 cargada de optimismo, con la intención de "bailar el doble", pero en las últimas horas hemos conocido que el año ha comenzado con un nuevo conflicto con su exmarido, Javier Ungría: en este caso, por la exposición de la hija en común de ambos, Camila, cuya custodia ganó ella hace unos meses.

Elena ha compartido recientemente otra publicación importante en sus redes sociales. Se trata de un posado familiar desde Miami, donde se encuentra actualmente, en el que ha conseguido reunir a las tres generaciones del clan Tablada: su madre Elena, ella misma y su hermana Naelé y sus dos hijas, Ella Bisbal y Camila Ungría, junto a otros miembros de la familia. Con ellos ha pasado las Navidades en Florida, reivindicando en el texto con el que ha acompañado el carrusel de fotografías la importancia que tienen en su vida.

"Hijas, familia, amigos, amigos que son familia, casa, mar, brisa… poco más tengo para pedir", ha escrito, agradeciendo a todos ellos por "ponerme en mi lugar". Las imágenes dan buena cuenta del tiempo que han disfrutado juntos estos días, entre planes de playa, barco y fiestas. Pero hay un detalle de las imágenes que ha llamado especialmente la atención a sus seguidores: la hija pequeña de Tablada aparece con el rostro pixelado o de perfil en las instantáneas en las que aparece, algo extraño ya que, hasta ahora, su madre ha mostrado habitualmente con naturalidad la cara de la niña de tres años en su cuenta.

Los seguidores de la exconcursante de 'Bailando con las estrellas' le han preguntado directamente por esta cuestión en el cajón de comentarios. Y es así como hemos podido saber que la guerra entre Tablada y Ungría se ha vuelto a recrudecer meses después de su último conflicto con un nuevo frente: la exposición de la benjamina del clan, que el próximo mes de abril cumplirá cuatro años y por la que sus progenitores ya litigaron en los últimos años, a cuenta de su custodia y manutención. "¿Por qué tapáis la cara de Camila cuando desde pequeña la hemos visto?" o "¿Por qué ahora también pixelas a la niña pequeña?" son algunas de las preguntas que ha recibido.

Tablada ha explicado en sus respuestas qué es lo que ha sucedido. "El padre, ahora resulta que quiere que la tape", "Actualizaciones del padre" y "Así exige de última hora su padre" han sido las contestaciones con las que ha aclarado que esta nueva forma de proceder se debe a la exigencia de Ungría. Alguna de sus seguidoras ha mostrado extrañeza por el hecho de que el propio Javier haya enseñado en el pasado la cara de su hija con frecuencia en sus redes, reconociendo no entender el cambio de postura. "Y yo tampoco. Es un flipar constante", ha asegurado Elena. "Increíble pero cierto", ha zanjado en respuesta a otro de los comentarios recibidos.

Lo cierto es que lo vivido ahora con Camila no es nuevo para ella. Se trata del segundo problema de estas características al que la madrileña de ascendencia cubana se enfrenta: lo mismo sucedió, hace ya años, con su primogénita, Ella Bisbal. Hace casi cinco años la expareja protagonizó un tenso litigio por la exposición de su hija con el artista almeriense, y un juez acabó determinando que no se podía mostrar su rostro, debiendo protegerse su intimidad y evitando vincularla con ninguna marca publicitaria. Tablada reflexionaba así sobre ello hace unos meses: "Nunca te taparía porque eres la persona más hermosa".

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