El 30 de mayo de 1995, la familia Flores se enfrentaba al momento más difícil. Antonio Flores fallecía tan solo 15 días después de que lo hiciera su madre. La noticia sobrecogió a todo un país y a un clan que todavía lloraba la pérdida de la gran Lola Flores. Casi treinta años después de esa tragedia, Lolita ha concedido una durísima entrevista a Jordi Évole, con el que se ha sincerado como nunca lo ha hecho sobre esos momentos tan complicados para ellas y cómo se hundió en un infierno del que su hija Elena la salvó con apenas ocho años.
La pérdida de Antonio Flores marcó un antes y un después para todos los miembros de la familia. Todos quedaron marcador para siempre por esta tragedia a la que cada uno hizo frente como pudo. Rosario y Lolita quedaron absolutamente devastadas y la primogénita de la familia no supo gestionar tanto dolor. Durante más de un año, la cantante estuvo sumida en la más profunda de las tristezas. "Me daban las ocho de la mañana. A las 07:30 me lavaba la cara, porque mis hijos se iban al colegio, para que me vieran bien y luego me acostaba. Así estuve un año y pico. Ponía los discos de Moncho, me ponía mi botella de whisky y una caja de pañuelos y a escribir y llorar", ha relatado en 'Lo de Évole', Lolita, quien esta semana ha sido también noticia por su enfrentamiento con Ágatha Ruiz de la Prada.
Lolita perdió el rumbo por completo y pagaba su ira con todo aquello que encontraba a su alcance. "Hay muchos camerinos de patadas mías, de puñetazos en la pared y de espejos rotos", ha contado. Fue un año muy duro para la artista, que para intentar soportar el dolor empezó a tomar sustancias. "Fue un año de locura absoluta en el que bebía, tomaba cocaína, me acostaba a las tantas".
También ir al cementerio fue una terapia para ella. Pocas personas saben que cuando murió Antonio iba prácticamente todos los días. "Hablaba con él y de las cosas que quizá se me quedaron en el tintero, que eso sí me da mucha tristeza", le ha contado a Évole, al que le ha revelado que tiene cierto sentimiento de culpa. "A lo mejor no hice lo suficiente, no hice lo que tenía que haber hecho", ha contado la artista.
Lolita ha asegurado que su hermano siempre les alejó de sus problemas y que cuando falleció llevaba ya tiempo sin consumir. "Nos mentía mucho, es un dolor muy grande el que se pasa. Él salía, salía solo. Se iba a lo mejor a la finca de un amigo y se comía el mono él solo. Estaba tres o cuatro años limpio. Cuando murió mi madre ya se había quitado de eso", ha comentado a la vez que ha asegurado que no fue consciente del amor que sentía por su hermano hasta que no le perdió. "Yo no sabía que se quería tanto a un hermano. Se le quiere tanto como a uno mismo".
Después de un año metida en una espiral de autodestrucción, su hija Elena que tenía apenas 8 años dio la voz de alarma. Consciente de que algo estaba ocurriendo habló con su tía Rosario y le dijo que las cosas no estaban bien con su madre. "No tuve miedo de quedarme anclada ahí, pero me salvó mi hija. Estaba muy pequeñita, con unos 8 años, y llamó a mi hermana y le dijo: 'Tía, veo a mi madre regular. No la veo bien'".
Inmediatamente, Rosario, quien también se estaba sobreponiendo a la tragedia, habló con ella para sacarla del pozo. "Mi hermana me dijo: '¡Para! Porque tu hija te necesita y tu hijo es muy chico. Y de un día para otro...". Lolita reacción y recuperó las riendas de su vida.
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