La noche del 2 de febrero (madrugada del lunes para España), Beyoncé quizás volverá a hacer historia en los Grammy. Ya la ha hecho, en realidad: lleva 88 nominaciones y 32 gramófonos (más los que puedan caer esta semana). Pero tras la artista está también la persona. Beyoncé es madre de tres hijos: Blue Ivy, de 13 años, y los mellizos Rumi y Sir, de 7. Y llama la atención que, mientras la primera ha recibido una gran exposición mediática desde prácticamente el principio de los tiempos, a Sir y Rumi tanto Beyoncé como Jay-Z los han mantenido mucho más alejados de los focos. ¿A qué es debido?

No sabemos si habrá sido causa o consecuencia, pero Blue Ivy está siguiendo los pasos de su famosísima madre. Esta adolescente ya lleva años demostrando que ha heredado los genes artísticos de sus progenitores. Con solo 8 años, y después de haber colaborado en ‘Brown Skin Girl’, un tema de su madre, se convirtió en la persona más joven en ganar un BET Award; en concreto, el BET HER Award de 2020. También fue la segunda persona más joven en alzarse con un Grammy gracias a esta misma participación en el mencionado tema. Pero es que con 2 añitos ya había pisado los escenarios en brazos de su padre, Jay-Z, en los MTV Video Music Awards, y presentó a su propia madre. ¡Ahí es nada! 

Pero lo que podría haber sido un ratito de gloria para la que fue considerada “el bebé más famoso del mundo” no se quedó ahí, ni mucho menos. Y es que Blue Ivy siente verdadera pasión por cantar y bailar. Durante toda su infancia se ha ido formando en ambas disciplinas, y pudimos verla en varios conciertos de la gira del álbum ‘Renaissance’ demostrando sus aptitudes para el baile. 

Su última demostración de que lleva el talento artístico en la sangre ha sido ponerle la voz a Kiara, la hija de Simba y Nala (la propia Beyoncé es la voz de Nala) en 'Mufasa: el rey león'. ¿Qué queremos decir con todo esto? Que, sin duda, Blue Ivy desea estar bajo los focos porque todo apunta a que quiere probar suerte en este mundillo, aunque todavía no sabemos exactamente cómo. Y que sus padres seguramente han aprobado (con más o menos reticencias) que forme parte de su entorno profesional.

Otra cosa es que, desde bien pequeña, fuera el centro de atención de los medios. Muchos recordamos sus apariciones como una verdadera baby fashionist, con ropa y complementos de firmas de lujo. ¿Han escarmentado Jay-Z y Beyoncé y cambiado su forma de vivir esta segunda paternidad hacia un modelo de mayor privacidad? No es que se hayan manifestado públicamente en este sentido, pero los hechos nos dan pistas. Es cierto que Beyoncé los mostró cuando apenas acababan de nacer en 2017 (en una imagen que dio la vuelta al mundo y, a día de hoy, acumula cerca de diez millones de likes) y que los hemos podido ver en contadas ocasiones (como en la SuperBowl de 2024, donde vimos a Rumi junto a su hermana y a su padre). Pero ni de lejos con la frecuencia con la que vimos crecer a Blue Ivy.

¿Los motivos? Pueden ser muchos aunque la pareja no se ha pronunciado al respecto. Según señalan desde Cosmopolitan "lo cierto es que la vena artística de Blue Ivy podría estar dándonos pistas de que ella misma es la que ha ido queriendo estar presente, desde pequeña, en algunos eventos y seguir activamente los pasos de sus padres, tanto en canto como en baile. Y según varias fuentes han ido revelando a diferentes medios estadounidenses, tanto Beyoncé como Jay-Z quieren dar libertad a los mellizos para decidir, por lo que puede ser que aún no se hayan posicionado".

La propia Beyoncé tiene unos inicios similares (con 9 años ya tenía su primer grupo de música). Rumi y Sir son aún muy pequeños y, que se sepa, no han mostrado un excesivo interés por la música o la interpretación.

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