Conocimos a Nilo Manrique cuando comenzó una relación sentimental con Isabel Gemio. La periodista y presentadora viajó a Cuba por placer y encontró el amor. En aquel momento la carrera profesional de Gemio estaba en lo más alto, cuando conducía “Sorpresa, sorpresa”, uno de los programas estrella de la televisión de la época.
La prensa del corazón no dejaba detalle sin contar de aquella relación que desembocó en boda, aunque tras el divorcio sus caminos se separaron y, en la actualidad, Nilo Manrique vive en Cuba con una pensión de 400 euros. Con dos hijos en común, el buen entendimiento que mostraron tras la ruptura se transformó en poco tiempo en un enfrentamiento que parece no tener solución.
Ahora el escultor vive distanciado de sus hijos aunque, según ha manifestado en más de una ocasión, está deseando que crezcan para poder tener una relación más continuada y estable con ellos.
Con solo verlos juntos, era más que palpable que Isabel y Nilo estaban enamorados y, aunque según él, la boda en España en 1997 se hizo para que él pudiera obtener la residencia en nuestro país, estaba claro que como pareja tenían un proyecto en común. El mismo año de la boda, celebrada con una ceremonia íntima en el Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes (Madrid), el matrimonio adoptó a su primer hijo, Gustavo.
Después nació Diego, su hijo biológico. Cuando se separaron en 2005, supimos que el primogénito padecía una rara enfermedad neuromuscular llamada distrofia muscular de Duchenne (DMD) o distrofia muscular progresiva, que ha acaparado toda la atención de su madre y que la ha llevado a luchar por la salud y el bienestar de su hijo. Según ella misma ha confesado, el diagnóstico, que tuvo lugar durante el embarazo de Diego, le provocó una depresión.
Nilo, tras la separación, no fue capaz de encontrar su lugar en España y regresó a Cuba por un tiempo. Según ha contado él mismo, Isabel Gemio fue a buscarle a Cuba y le pidió que volviera a España. Seguían separados, pero la intención era que mantuvieran una buena relación y que los niños pudieran pasar tiempo con su padre. Las cosas se torcieron cuando Nilo se convirtió en concursante (y vencedor) de “Supervivientes” en la edición de 2007. Desacuerdos económicos y, al parecer, la nueva relación sentimental del escultor cubano, fueron los desencadenantes de una guerra entre ambos que terminó en los tribunales.
La versión de Nilo es que él le entregó dinero en efectivo a la presentadora y que después, solo le quedó una pensión que rozaba los 400€, que es con la que vive actualmente. Además, afirma que no reclamó nada de las sociedades y beneficios que habían tenido en común y que ella le reclamaba 50.000 € por retrasos en las pensiones alimenticias de los niños. Isabel Gemio, por su parte, siempre ha preferido guardar silencio acerca de su ex marido, al que ni siquiera nombra en el libro que publicó hablando de la enfermedad de su hijo Gustavo, Mi hijo, mi maestro.
En 2017 Nilo Manrique se instaló definitivamente en Cuba, donde vive alejado del foco mediático y le resulta más fácil ganarse la vida que en España. Allí se siente feliz, viviendo cerca de su otro do hijo, fruto de otra relación, arropado por los suyos y “con cierta calidad de vida”, según sus propias palabras. Obtiene sus ingresos de la venta de sus cuadros y esculturas, aunque también ha trabajado como pescador y guía turístico. Además, recibe una pensión de cerca de 400 euros por una artrosis degenerativa que padece. Habrá que ver si, con el tiempo, puede retomar el contacto con sus hijos Gustavo y Diego, tal y como desea.
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