Alejandra tiene 19 años y en 2009 la Audiencia Provincial de Sevilla la reconoció como hija biológica del torero Martín Pareja-Obregón. Han pasado quince años desde que la justicia diera la razón a su madre, pero en estos años nunca ha tenido contacto con su padre. Ante esta complicada situación familiar y después de la última sentencia que obliga al diestro a pagar 30.000 euros, ha decidido romper su silencio porque ha visto sufrir mucho a su madre, de la que públicamente se han dicho muchas mentiras.

Alejandra ya no quiere callar más y se ha sincerado como nunca lo había hecho en una entrevista que ha concedido a la revista Semana, donde ha contado cómo ha sido su vida y cómo su madre ha tenido que luchar para poder sacarla adelante sin la ayuda de su padre. "Apenas he podido verla porque siempre estaba trabajando y la veía fines de semana alternos. Se ha tenido que buscar la vida porque casi no teníamos un plato para poder comer. He llorado mucho porque la echaba de menos", ha confesado Alejandra, que ha pasado su vida en casa de su abuela y diferentes familiares.

En todos estos años, Alejandra nunca ha visto a su padre. Tan solo cruzó dos mensajes con él cuando cumplió 18 años con la esperanza de tener un encuentro, hablar y escuchar de primera mano su versión de lo que ocurrió con su madre, Judith Rey. Nunca antes lo había hecho por respeto a su madre, pero su mayoría de edad le pareció un momento propicio para tener una conversación. " No tengo odio ni rencor, simplemente quiero conocer a mi padre. Mi madre no vendría. Quiero cumplir mi sueño de conocerte y saber tu versión de lo que pasó, por favor", le dijo en ese mensaje.

Al día siguiente, el diestro respondió y dejó abierta la puerta al encuentro. "Muchas felicidades. Espero que cumplas muchos más y que lo estén pasando muy bien. En estos días hablaremos si Dios quiere", le dijo a su hija, que nunca más tuvo noticias de su progenitor. El encuentro nunca se ha producido, algo que Alejandra lamenta profundamente ya que le gustaría conocer a su familia paterna. Tampoco con sus tres hermanos, de los que prefiere no hablar.

Más de un año después de ese breve cruce de mensajes, Alejandra cierra la puerta al perdón. "Ahora mismo no le perdonaría porque tengo muchas cosas guardadas que algún día contaré", dice la joven, que ha aprovechado la entrevista para lanzar un durísimo mensaje a su padre. "Es un sinvergüenza y que ha perdido una hija que merece la pena tener. Soy una mujer responsable y el orgullo de mi familia", ha dicho Alejandra, que asegura que su madre "sigue recibiendo amenazas desde teléfonos ocultos para que esta historia no salga a la luz".

Y mientras que para su padre solo tiene duras palabras, a quien recuerda con mucho cariño es al futbolista José Antonio Reyes. "Siempre le consideré casi mi padre. Apoyó incondicionalmente a mi madre y su muerte para nosotras fue una auténtica tragedia", ha dicho a la revista Semana.

Tras la sentencia que la reconoció como hija del diestro, el juez estableció una pensión alimenticia de 200 euros con la que el diestro no ha cumplido en estos años. "Los primeros meses sí me la pasaba, pero al poco tiempo dejó de hacerlo. A día de hoy me ingresa unos 30 ó 40 euros. Y estas navidades me hizo un ingreso de 60 euros, pero como algo excepcional", ha explicado Alejandra.

Ante esta situación, el pasado mes de noviembre fue condenado a 12 meses de multa con una cuota diaria de 6 euros por un delito de abandono de familia, a pagar la manutención que debe entre los años 2018 y 2022 y los gastos extraescolares. En total, Pareja-Obregón deberá abonar unos 30.000 euros a Alejandra, a quien tampoco se puede acercar a menos de 100 metros y con la que tampoco se puede comunicar. Una sentencia que el diestro ha recurrido con la intención, según Alejandra, de ganar tiempo.

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