Hace casi dos años, el foco mediático se amplificó sobre Ana Obregón y su entorno. Todo a raíz del nacimiento de la pequeña Ana Sandra, la hija de Aless Lequio, nacida tras un proceso de gestación subrogada en Estados Unidos a partir de material genético de su padre, fallecido en el año 2020. La llegada de la niña, que convirtió a la presentadora en abuela, dio un giro radical no solo a su vida, sino también a la de los suyos, volcados también en sus cuidados. Una figura especialmente relevante del clan Obregón en este sentido es Celia Vega-Penichet, sobrina de la actriz, hija de su hermana, Celia Obregón y "casi una hermana" para Aless. Recientemente, el diario El Español ha podido conocer algunos detalles sobre cuál es su situación actual tras haber confesado la "dura" etapa que ha vivido.

La abogada, que siempre ha optado por mantener un rol discreto en lo que a proyección pública se refiere, en la línea del grueso de la familia, ha generado varios titulares en estos últimos dos años. El primero, su importante rol en la vida de la pequeña Anita, como se refieren cariñosamente a la niña los suyos: Celia fue la madrina de bautismo, acompañada por Giaccomo Ugarelli, amigo de Aless de la infancia, como padrino. Pero, además, será ella quien se encargue y ocupe de su ahijada el día de mañana, si a Ana le sucede algo.

Junto a este nuevo papel, Vega-Penichet ha despertado el interés en la prensa del corazón, además, por su vida personal y sentimental. En ese segundo ámbito, en 2020 trascendió que había cancelado su boda a pocas semanas de pasar por el altar en Mallorca con su novio, Julio Jiménez Blanco, tras varios años de relación. Su entorno apuntó entonces que la ruptura había sido amigable, pero que la joven pasaba un momento complicado.

En los últimos meses, ella misma ha hablado del último año y medio como un período difícil. Sin entrar en detalles, Vega-Penichet ha compartido varias publicaciones muy reflexivas en su perfil de Instagram, con las que ha reconocido, que la vida la ha "derribado" y "arrollado", siendo "repentina e injusta", que ha experimentado un dolor que nunca esperó, pero también que ha sido "tan feliz como nunca".

"Ha sido realmente frustrante no tener un diagnóstico, constantemente preocupándome sobre qué le pasa a mi cuerpo", llegó a decir sobre su salud, compartiendo, además, alguna imagen desde el hospital. Paralelamente, también ha reivindicado el cariño por la ausencia su padre, Ignacio Vega-Penichet.

Ahora, el diario El Español ha logrado ofrecer algo más de luz a la situación actual de la sobrina de la Obregón. En lo profesional, Celia vive un momento dulce como jefa de Estructuración y Ejecución de Fondos en Azora Capital, una importante empresa de inversión, mientras estudia un International MBA en Madrid, tras haber cursado también un máster en Londres.

Pero, además, ese buen momento se extiende a la faceta personal. El citado portal confirma en una información firmada por Jesús Carmona que la madrina de Ana Sandra está "feliz y muy ilusionada" tras superar su ruptura con Julio y que a su lado hay "alguien especial", aunque prefiere "tomarse con calma esta historia". Por último, El Español esboza una explicación a las dudas sobre el bache de salud de Celia, que la llevó a ser ingresada en la Clínica Ruber Internacional de Madrid: fue "un pequeño susto del que ya está repuesta".

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