Zoe Saldaña es la actriz del momento. Tras éxitos a sus espaldas como Guardianes de la Galaxia o Avatar, su trabajo en Emilia Pérez se ha visto reconocido con un Globo de Oro y con una firme candidatura al Premio Oscar como Mejor actriz de reparto. Además de triunfar en taquilla, el personaje de Rita Mora le ha dado la gran oportunidad de mostrar sus dotes interpretativas, cantar y bailar, más allá de las famosas sagas de superhéroes. Está en su punto álgido a nivel profesional, pero también a nivel personal. Descubrimos el lado más íntimo de Zoe Saldaña junto a su marido y sus tres hijos. 

Además de partir como favorita en la carrera a los Oscar de Hollywood, todo apunta a que la actriz se convertirá en la actriz más taquillera de la historia del cine (a día de hoy es Scarlett Johansson). Eso será cuando se estrene la tercera entrega de la saga de James Cameron, Avatar: Fuego y Ceniza este 2025. Pero el camino a la fama no ha sido sencillo para Zoe Saldaña.

A pesar de estar viviendo un momento muy dulce, recordaba recientemente en Harper’s Bazaar su difícil infancia tras la pérdida de su padre. La actriz, que creció en Nueva York, vio a su madre caer en un profunda depresión a raíz de este triste acontecimiento: "Ella siempre estaba impresionante y siempre coqueteaba con mi padre, y en el momento en el que falleció, ella no se levantaba de la cama durante días". 

Por este motivo ella y sus hermana fueron enviadas a República Dominicana, de donde era su familia. Tuvo que lidiar con el cambio de país, además de ver a su madre enferma y haber perdido a su padre. No encajaba en el colegio, no podía hablar en inglés y tanto ella como sus hermanas sufrían el acoso de otros niños:  “Nosotras respondimos al acoso, pero los niños siguieron acosándonos más fuerte, porque todos se entendían entre ellos". A esto hay que añadir que el aprendizaje en el colegio le resultaba complicado al tener TDAH y dislexia, lo que favorecía que siempre se sintiese fuera de lugar. Pasados unos años pudo regresar a Nueva York y, a la edad de 17 años, comenzar su formación como bailarina y actriz. 

En el terreno sentimental, tras un compromiso fallido con el actor Keith Britton y un breve romance con Bradley Cooper, se enamoró del artista italiano Marco Perego. En verano de 2013 la pareja se dio el “sí, quiero” en una ceremonia íntima celebrada en Londres. Se les había comenzado a ver juntos en mayo de ese mismo año, tras la première de Star Trek into darkness, aunque al parecer eran bueno amigos desde hacía más tiempo y, en un momento determinado, surgió el amor entre ambos. 

Marco Perego tenía intención de convertirse en futbolista profesional, pero tuvo que dejar a un lado este sueño tras sufrir una lesión. Entonces decidió volcarse en la pintura y se fue a Nueva York a probar suerte. Logró alcanzar importantes hitos profesionales, como aparecer en el diario británico The Guardian por la elaboración de una escultura llamada “The Only Good Rockstar Is a Dead Rockstar”. Ahora Marco vive centrado en su vida familiar, ya que él y Zoe son padres de tres niños. 

Un año después de casarse, Zoe y su marido comunicaron que serían padres, y el 27 de noviembre de 2014 Saldaña dio a luz a sus gemelos, Cy Aridio y Bowie Ezio. “En un principio pensé que me obligaría a bajar el ritmo, pero no ha sido así. Ahora siento que tengo un montón de energía para hacer todas las cosas que quiero. Tener gemelos es maravilloso, pese a que evidentemente no era algo que hubiésemos planeado”. Entrar en la maternidad por la puerta grande no la desanimó lo más mínimo, ya que el 11 de diciembre de 2016, la actriz anunció que había nacido su tercer hijo, Zen Hilario.

Saldaña ha reconocido que, a pesar de echar de menos a sus hijos durante los rodajes, ha podido seguir adelante con su carrera gracias al gran equipo que forma con su marido: “Lo planeamos todo juntos, así nadie se siente dejado de lado. Nos apoyamos incondicionalmente el uno al otro, en nuestras carreras, a nivel profesional, y en lo que respecta a nuestros deseos y objetivos. Pero todo eso solo es posible si somos absolutamente sinceros y transparentes el uno con el otro. Cuando nos encontramos en una encrucijada, nos tomamos el tiempo para reflexionar y decidir cómo vamos a solucionar este obstáculo para seguir adelante”.

Está claro que han dado con una fórmula que funciona y que le permite a la actriz estar en lo más alto de su carrera, al mismo tiempo que consigue disfrutar de su familia.

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