Si por algo es conocida Verdeliss es por la gran familia que ha formado junto a su marido Aritz Seminario. Con ocho hijos, la influencer navarra ha sabido equilibrar su vida profesional y personal, compartiendo en redes sociales tanto los momentos más felices como los desafíos de la maternidad.

En los últimos años, Verdeliss ha encontrado en el atletismo una nueva pasión. Aunque dejó de correr a los 18 años, el confinamiento le permitió retomar esta afición, primero en su cinta de correr y, más tarde, compitiendo en maratones profesionales. Su evolución en este deporte ha sido notable y, con el tiempo, ha sumado una larga lista de logros en el mundo del atletismo. Ahora, en esta nueva etapa deportiva, cuenta con el apoyo incondicional de su hijo mayor, Aimar. Con 18 años recién cumplidos, Aimar ha estado presente en la última gran hazaña de su madre, demostrando que la relación entre ambos va más allá del día a día familiar.

Verdeliss ha viajado hasta Canberra, Australia, para participar en una de sus últimas competiciones y no lo ha hecho sola. Durante toda la carrera ha estado acompañada por Aimar, quien se ha convertido en su mejor apoyo y asistente. El joven ha estado pendiente de su madre en todo momento, asegurándose de que no le faltaran ni agua ni geles energéticos para completar la prueba.

La propia Verdeliss ha querido compartir este especial momento con sus seguidores a través de una publicación en redes sociales, donde ha dejado claro lo mucho que ha significado para ella tener a su hijo a su lado en esta experiencia: "Un día eres tú la que sujetas una pequeña manita camino a su exhibición de taekwondo… y al siguiente es tu hijo quien te avitualla compitiendo en atletismo. La vida puede ser disparatadamente maravillosa. Y nos liamos en esta escapada juntos a la otra punta del mundo. Madre e hijo. Único y especial para ambos. Gracias Aimar por empoderarme con tus gritos, por tus 8 horazas cuidándome con botellitas, aguas y geles… hicimos equipo".

El post ha generado un aluvión de comentarios en los que muchos seguidores han destacado el gran parecido físico entre madre e hijo, algo que no ha pasado desapercibido para nadie. La complicidad entre ellos y la manera en la que Aimar ha estado apoyando a Verdeliss en esta aventura deportiva ha emocionado a muchos de sus seguidores.

Aimar ha crecido bajo la mirada atenta de los seguidores de su madre. Desde que Verdeliss comenzó a compartir su día a día en redes sociales, los fans han visto cómo ha evolucionado, cómo ha ejercido de hermano mayor y cómo ha ido construyendo su propia personalidad. A pesar de haber estado siempre vinculado a la exposición mediática de su madre, Aimar ha ido marcando su propio camino. Es un joven con intereses diversos, apasionado por la informática y con una gran sensibilidad. Ahora, con la mayoría de edad recién alcanzada, Aimar sigue demostrando su carácter solidario y comprometido, esta vez apoyando a su madre en cada reto deportivo. Su presencia en la carrera de Australia ha sido una muestra más de la unión familiar que caracteriza a los Seminario-Unzu y de la admiración mutua que existe entre madre e hijo.

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