Hace unos días salía a la luz una de las últimas decisiones de Aitana, que prescindía de su mánager, Nuria Andreu, tras una discusión de esta con su padre. Hasta sus últimas horas junto a la de ‘Segundo intento’, y a lo largo de los poco más de doce meses que compartieron, ambas habían conseguido importantes logros a los que la artista ya había comenzado a dar forma antes de contratar a la ya mencionada, cuando había nombrado como su representante y mano derecha a su prima, Olga de Palma, que permaneció al lado de su familiar no solo en lo personal sino también en lo profesional durante sus primeros pasos en la industria musical.

Aitana acaba de estrenar su documental, en el que repasa desde sus orígenes en Sant Climent de Llobregat o Viladecans hasta su preparación ante los conciertos que ofrecerá, tras ser pospuestos desde diciembre, el próximo mes de junio en el Estadio Santiago Bernabéu de Madrid. A lo largo de los seis capítulos que componen la miniserie, la artista permite a sus seguidores conocer en profundidad su trabajo con los que forman parte de la industria musical, entre ellos, Nuria, la que fuera su mánager hasta cuatro días antes del estreno del mismo.

Antes de contar con los recursos de Andreu, Ocaña prefirió que la encargada de la coordinación de sus proyectos fuese su prima Olga, a quien menciona en el último episodio de ‘Metamorfosis’ mientras explica en detalle cómo adquirió ese papel en lo profesional. “De alguna forma caía todo sobre mí y estaba muy agobiada. Mi mánager era mi prima porque mi padre, teniendo yo 18 años, le daba como mucho miedo que yo fuese por ahí con alguien que no conocía. Y mi prima Olga, que siempre ha sido mega crack y muy echada para adelante, inteligente, ayudaba más al manager de aquel momento que era de la compañía y acabó siendo mi manager porque aprendió un montón”, ha revelado. Con sus palabras, además, la de ‘Alpha’ ha recordado que eran ellas "dos solas contra el mundo” y que precisamente viajó solo junto a ella en su primer traslado a Los Ángeles, ciudad en la que ahora pasa largas temporadas componiendo algunos de sus temas.

Sin embargo, su trabajo era “muy fuerte” y, tras optar por proyectar su carrera también de forma internacional, ambas separaron sus caminos. “El año pasado mi padre vino porque estaba sola, no tenía mánager, y él me acompañó porque se lo pedí yo. Es verdad que cada uno tenemos nuestra vida pero yo requiero mucho de la gente y yo siempre siento que es un poco temporal, pero lo entiendo porque es complicado también seguir este ritmo y al final la que se queda soy yo”, terminó de sincerarse acerca del puesto en lo laboral de la persona que guía su trayectoria y que, tras el despido de la anterior, se desconoce quién lo ocupará.

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