A lo largo de su vida personal, son varios los duros episodios a los que ha tenido que hacer frente Antonio Orozco, sin embargo, es en su faceta más íntima donde ha dado la bienvenida a dos de los amores de su vida: su primogénito, Jan, que llegaba al mundo en 2006 fruto de la relación que el artista mantuvo con Susana Prat, fallecida once años más tarde a causa de un cáncer de útero; y su segunda hija, Antonella, que nació a finales de 2021.

Los anteriores, entre quienes existe una diferencia de edad de quince años, mantienen una estrecha conexión de la que su orgulloso padre ha presumido en numerosas publicaciones en sus redes sociales. Sin embargo, es en la educación de ambos donde han existido varias diferencias según el propio artista nos ha explicado en su última aparición.

Durante su paso por la alfombra verde de los Premios Dial, celebrados el pasado 20 de marzo en el recinto ferial de Santa Cruz de Tenerife, Antonio nos contó como se enfrenta a los primeros años de vida de Antonella, que el pasado mes de diciembre sopló tres velas: “Es un contraste raro. Va muy rápido. ¿Sabes lo que pasa? Que yo tengo soy de la idea de que si tu vida pasa rápido, tienes una vida preciosa, y si todo va muy lento, deberías ir a mirártelo”, se sinceró.

Tras sus primeras palabras quisimos preguntar al artista por el avance de ‘Viajando con Chester’, en el que se le puede escuchar explicando que “parte de la educación” de su primogénito fue por Skype. Sobre esto, nos quiso confesar cuál fue el motivo que le llevó a ello, así como las diferencias respecto a la crianza de su segunda hija: “Con Antonella no me está pasando eso. Cuando Jan nació yo tuve que trabajar mucho, tenía un trabajo y lo tenía que hacer”, recalcó el que lanzó su álbum 'Cadizfornia' el mismo año en el que el anterior llegó al mundo.

A pesar de ello, el de ‘Te juro que no hay un segundo que no piense en ti’ mostró su postura a día de hoy ante los hechos a los que tuvo que hacer frente según requirió el equilibrio con su vida profesional: “Ahora, no solamente no lo haría si no que lo que hice lo haría de otra forma. Pero sí, parte de la educación que ha recibido mi hijo ha sido por videoconferencia. Hay gente que trabaja en un camión, otro en una obra, otros en hospitales, pero yo soy músico”, sentenció.

Sin embargo, Orozco dejó claro que no se arrepiente “absolutamente de nada” de lo que ha hecho en su vida, a lo largo de la cual ha podido comprobar la persona en la que se ha convertido el que cumplía la mayoría de edad hace cuatro meses: “No me arrepentiré nunca es haber conseguido tener en mi vida a mi hijo que es una de las personas más importantes, inteligentes y emocionantes que he conocido en mi vida. Cualquier persona que conoce a Jan, realmente tiene la oportunidad de conocer a un ángel”, afirmó.

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