Parece imposible a estas alturas no conocer a Pelayo Díaz, porque quien no lo hace por su faceta de influencer lo hace por su paso por diferentes programas de televisión, como ahora, que está concursando en 'Supervivientes', o incluso por las polémicas que ha protagonizado a lo largo de su vida desde que se dio a conocer gracias a su blog ‘Katelovesme’. Es menos conocido su lado más familiar, pero lo cierto es que también lo tiene. 

Se define a sí mismo como creador digital y el millón de seguidores que tiene en su cuenta de Instagram dan constancia de ello. Un trabajo arduo que ha logrado poco a poco y con esfuerzo, poniendo toda la carne en el asador y enfrentándose a todo aquel que pensar que podía ofenderle con sus palabras. Conocido por su faceta profesional como diseñador, estilista e it-boy, también su vida sentimental se ha convertido en protagonista de la prensa. 

Desde el final de su relación sentimental (que no de amistad) con David Delfín, hasta su boda de cuento con Andy McDougall, un matrimonio que acabó en 2021, aunque el divorcio oficialmente no llegaría hasta dos años después, algo que festejaron con una gran fiesta del divorcio. Una celebración conjunta por todo lo alto en la que no faltaron ni los rostros conocidos ni el pastel. 

“Hace dos años, cuando hablamos y llegamos a la conclusión de que se había acabado el amor, recuerdo que nos acostamos entre lágrimas. Nos daba mucha pena convertirnos en extraños y olvidar tantas aventuras, viajes y locuras juntos. Así que nos miramos a los ojos y ambos hicimos una promesa: cuidarnos y respetarnos”, escribía Pelayo en Instagram. La pareja buscaba con esta separación poder seguir manteniendo la amistad, a pesar de que ya no serían pareja. 

La pareja tomaba caminos separados y de su matrimonio quedaba su amistad y el perrito que tenían en común, un Pomeranian toy llamado Vidu.

La familia de Pelayo no tiene nada que ver con el mundo de la moda que tanto le apasiona a él, de hecho se marchó a estudiar a Londres para poder formarse como él quería antes de que su blog le ayudara a alcanzar la fama. Hijo de Antonio Díaz y Elena Zapico, él era constructor y su madre funcionaria, pero fue la profesión de su abuela como costurera la que le inspiró a alcanzar su sueño. 

Nacido en Oviedo, Pelayo tiene una hermana, Natalia, con la que tiene una estupenda relación y en ocasiones comparte su tiempo de ocio. Le gusta pasar tiempo con su familia, disfrutar de ellos al margen de los medios y las redes sociales, sobre todo de su sobrina. Díaz nunca ha ocultado que entre sus planes de futuro no descarta en algún momento ser padre, siempre se ha mostrado muy divertido con los hijos de sus amigas, como Chiara Ferragni. “Los planes están sobre la mesa, pero igual que está la gestación subrogada está la adopción”, explicó tras una amarga polémica en la que se le afeó que señalara que “me faltan unos euros”, ante la pregunta de si quería ser padre. 

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