Su separación llegó en marzo de 2018, y desde entonces ha habido guerra fría entre la ex tenista y Santacana. Los niños vivían con ella, y casi no veían al padre. Según informa la revista Lecturas en un reportaje en el que posan juntos, en familia y sonrientes, desde septiembre, tras acudir a un mediador familiar, se habían regulado las visitas por parte de Santacana a los niños, con los que pernoctaba un día entre semana y en fines de semana alternos, tras haberles recomendado los expertos a la ex pareja un acuerdo de custodia. Ahora la custodia, según informa la revista, será compartida, pasando el mismo tiempo los menores con su padre y con su madre.
En esta ocasión, ambos se unieron en la casa de él en Miami para celebrar el décimo cumpleaños de su hija mayor, y han posado para la revista con la tarta de cumpleaños, globos, en una típica estampa familiar o de padres separados pero civilizados y que se juntan en las ocasiones especiales para sus hijos. En palabras de Santacana, su relación en este momento es "cordial".
A pesar de esta sorprendente tregua de la conocida guerra entre ellos desde hace un año, en los juzgados de Barcelona sigue la lucha entre ellos por el divorcio. También según refleja Lecturas, en la vista para su divorcio que se tramitó en Esplugues, se establecerá la separación de bienes, algo que pedía Santacana y a lo que se negaba la propia Arantxa Sánchez Vicario.
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