Al igual que su hermano Jorge, el hijo menor de los duques de Cambridge será bautizado en la capilla del Palacio de St. James, en Londres. Al contrario que su hermana Carlota, que fue bautizada en la Iglesia St. Mary Magdalene. Como suele hacerse en todo acto religioso por parte de la Familia Real, el arzobispo de Canterbury, dirigirá la ceremonia.
Luis de Cambridge vestirá, como es tradición, la réplica del faldón con encajes que la hija de la Reina Victoria llevó en su bautizo en 1841. A partir de aquella fecha, numerosos niños, relacionados con la Familia Real, se han bautizado con esta prenda. Esto ha sido así hasta que en 2004, en el bautizo de Lady Louise Windsor, se decidió que estaba muy deteriorado, por lo que se pasó a crear una réplica. El príncipe Guillermo fue el último heredero al trono en llevar la prenda original.
Tras los íntimos bautizos que tuvieron sus hermanos Jorge y Carlota, con 22 y 30 invitados respectivamente, se espera que este se realice de nuevo en la más estricta intimidad, junto a los familiares y amigos más allegados. Será la primera vez que Meghan Markle asistirá a un acto religioso de este tipo, siendo ahora tía política del pequeño y sus hermanos.
Como es tradición en todos los bautizos, el hijo de los duques de Cambridge recibirá este sacramento con agua bendita del río Jordán. "The Lily Font", la fuente en donde se encontrará el agua, se ha utilizado en los bautizos de la Familia real los últimos dos siglos. Un objeto de gran valor histórico ya que fue diseñado por el Príncipe Alberto en 1840.
Sin conocerse que look vestirá la Duquesa de Cambridge, hay muchas posibilidades de que sea un vestido de la firma Alexander McQueen. Como en los bautizos de sus anteriores hijos, Catalina de Cambridge destaca por haber escogido prendas en tonos blancos y crudos de dicha firma, junto a pequeños tocados a juego con el vestido.