Tal y como ha contado a Chance, había muchas personas a las que se echaron en falta en el acto religioso que tuvo lugar hace unas horas en la madrileña Hermandad del Cristo de los Gitanos. "Yo no puedo decir nada, cada cual siente como siente y cada cual es dueño de su conciencia. Sé que Fernando quería venir y al final no ha venido. Pero el porqué no lo sé. Es incomprensible", ha explicado a los medios a la salida del homenaje.
"Yo he organizado esto porque, si no, no lo organiza nadie. Cuando por nuestro padre se hicieron 15 años de misa, ¿por qué al segundo año ya estábamos dos y al tercer año yo solo?", ha planteado refiriéndose a las anteriores dos misas que se organizaron en honor a Cayetana de Alba. "Yo no lo entiendo, simplemente no tengo nada más que decir", ha apuntado, visiblemente molesto.
La lista de ausencias era, como poco, llamativa. A excepción de Cayetano, encargado de organizarlo, ni el Duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart, ni Eugenia, Fernando, Jacobo y Alfonso acudieron al acto. Tampoco muchos de sus nietos. Entre los que sí estuvieron en el homenaje religioso fueron los hijos de Cayetano (Luis y Amina) y su pareja, Bárbara Mirján. También hizo acto de presencia el viudo de la Duquesa, Alfonso Díez, así como varios amigos incondicionales de la aristócrata como los diseñadores Victorio y Lucchino, Carmen Tello o Curro Romero.
A pesar de esta guerra familiar, la misa fue, según Cayetano, "precioso". "Al padre Ignacio (confesor de su madre) no se le escapa un mínimo detalle de nombrar a todo el mundo, a sus verdaderos amigos que estaban aquí, todo lleno, en fin, lo que ella se merece y lo que ella dejó escrito en el testamento. Este es el templo en el que se ha traído todo el legado de la Casa de Alba y la gran habrá personal de su vida. Es donde ella quiere que se la honre y se la recuerde", terminó.