"Yo me quito aquí el escudo del PP y a partir de ahora soy Celia Villalobos". Con esta tajante frase anunciaba la veterana dirigente popular que dejaba la política después de 33 años como diputada. Polemista y directa, incluso a veces ajena a la disciplina de su partido y rebelde ante algunos discursos internos, la malagueña finalizaba su carrera y centraba su tiempo en la otra gran pasión de su vida: su familia. Casada desde 1971 con Pedro Arriola, exasesor político de Rajoy y Aznar, tuvo junto a él tres hijos, de los cuales se ha sentido siempre muy orgullosa. La exdiputada se sentaba con Toñi Moreno en el programa ‘Un año de tu vida’ y se sinceraba sobre algunos detalles de su desconocida vida privada.

La exalcaldesa de Málaga hablaba con Toñi sobre su fórmula para continuar al lado de su marido después de tantos años juntos. “He aprendido que cuando tienes el ‘cuarto de hora’ es no discutir, quitarte del medio”, comentaba a la periodista, definiendo esa expresión como el sentimiento que se tiene cuando “tienes ganas de reñir o matar a alguien”. Villalobos aclaraba que había estado viviendo en Málaga separada de su familia durante mucho tiempo y, aun así, “habían sido capaces de convivir”. Un hecho que no quita que (en aquella época) le pesara todo el tiempo que se estaba perdiendo de sus tres hijos.

“Intentaba ocultarlo porque tenía miedo a que las mujeres no se atreviesen a dar el paso de trabajar”, se abría en canal y desvelaba la razón por la que no lo había hecho público antes. Celia daba tanta prioridad a la lucha por la igualdad que optó por no contar, cuando era preguntada por la prensa sobre cómo conciliaba su vida personal con lo laboral, que echaba de menos tener más contacto con sus hijos. “Nada más que nos lo preguntaban a nosotras”, recriminaba en el programa que esto fuese un tema recurrente para las mujeres y no para los hombres, rememorando que tenía compañeros que también estaban meses sin ver a su familia.

En palabras de Villalobos en la actualidad todo es “mucho más fácil” ya que los hombres “sí que comparten”, poniendo como ejemplo de esta afirmación a su hijo. “Hace las mismas cosas o más que su mujer. Está más pendiente de su hijo. Y si hay que hacer las camas o hay que barrer, no le dice: te voy a echar una mano. Es compartir, eso yo no lo he tenido”, se sinceraba con Moreno, a la que aseguraba que en muchas ocasiones ha hablado con sus hijas de este tema. “Muchas veces les digo que he sido una mala madre en ese sentido porque mi vida ha estado demasiado ocupada”, admitía su dolor por no haber podido estar más tiempo con ellos. “Ellas me dicen que es mentira. Mis hijas me adoran y yo las adoro a ellas”.

Está siendo muy habitual ver a Celia en los últimos meses en distintos programas de entretenimiento. Nuevos retos profesionales con los que parece estar más que feliz. La expolítica confesaba que había dedicado gran parte de su vida a su deber y “se le olvidó vivir”. Un tiempo que es consciente que nunca podrá recuperar, pero que tampoco está dispuesta a perder ahora. Eso sí, tampoco se ve jubilada y retirada completamente. “Ahora dedico más tiempo a mi familia, a leer y a ir la televisión; en definitiva a buscarme la vida”, explicaba en una entrevista para ‘Diez minutos’.