El entorno íntimo y familiar de Blanca Fernández Ochoa
La esquiadora de élite Blanca Fernández Ochoa, de 56 años, llevaba 12 días en paradero desconocido
Sus hijos Oliva y David y sus hermanos Lola, Luis y Juan Manuel: este era su entorno íntimo
La mejor esquiadora en la historia de nuestro país fue hallada muerta el pasado miércoles 4 de septiembre en La Peñota, cerca de Cercedilla, tras doce días de intensa búsqueda. Blanca Fernández Ochoa, ‘Blancanieves’ para los suyos, se ganó el título de pionera cuando en 1992 consiguió la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Albertville. En ese mismo año, tras participar en cuatro JJOO y en seis mundiales, la deportista de élite decidió retirarse para centrarse en su vida personal. Ese entorno que ahora llora la pérdida de Blanca.
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Cuando anunció su retirada, Blanca Fernández Ochoa llevaba un año casada y ocho de noviazgo con el italiano Daniele Fioretto, su entrenador y director técnico en el equipo nacional. En 1994 se divorció, y fue entonces cuando conoció a David Fresneda, dueño de una escuela de buceo ubicada en Murcia. Con él fue madre de sus dos únicos hijos, Olivia y David, que heredaron su pasión por el deporte.
David Fresneda y Blanca Fernández Ochoa se separaron en 2007. Un golpe personal del que, tal y como había comentado en varias ocasiones la propia esquiadora, le costó recuperarse. Sobre todo al coincidir en fechas con la muerte de su hermano. Paquito Fernández Ochoa, único español que ha logrado una medalla de oro en unos Juegos Olímpicos de Invierno, era el alma gemela de Blanca. Ambos habían crecido en la élite deportiva juntos. Y su fallecimiento a causa de un cáncer linfático fue un duro revés para la familia, también para Blanca, que se apoyó en sus dos hijos.
Olivia y David, sus dos únicos hijos
Ambos, Olivia y David Fresneda, han seguido los pasos de los Fernández Ochoa en el deporte, concretamente en el rugby. De hecho, Olivia, que en enero de este año cumplía 20 años, cuenta con una destacada carrera en esta categoría. Combinándolo con los estudios en Medicina, la hija de Blanca es internacional tanto en categoría siete como XV y estuvo a punto de participar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Fue Olivia la encargada de denunciar la desaparición de su madre en el cuartel de la Guardia Civil en Aravaca. Pocos días después de este aviso, una foto en el Instagram de la joven marcó un punto importante en la investigación. En ella, Olivia aparecía haciendo submarinismo en Cabo de Palos, y un inesperado like desde el perfil personal de Blanca Fernández Ochoa encendió las alarmas. "Una observación: he notado que Blanca le dio 'like' a este post publicado el 29 de agosto. Eso no coincide con la versión oficial, de que lleva sin acceso al móvil desde el día 23", comentaba un usuario. Algo que Olivia aclaró afirmando que había sido ella misma la autora de ese 'me gusta' virtual.
Los Fernández Ochoa, una saga de esquiadores
Además de Paquito, por el que Blanca sentía una predilección especial, la saga de los Fernández Ochoa siempre fue una piña. A ellos dos se unen sus hermanos Juan Manuel y Luis, que también se labraron una potente carrera en el esquí, y Lola, que ha participado activamente en la búsqueda de la esquiadora.
"Estamos con mucho ánimo, de ver a tanta gente preocupada, y emocionados con las muestras de cariño que ha mostrado el pueblo de Cercedilla, familiares, amigos...", agradecía Lola Fernández Ochoa en sus primeras declaraciones públicas tras confirmarse la desaparición de su hermana. De hecho, Adrián Federighi, marido de Lola y cuñado de Blanca, se ha erigido como portavoz de la familia.
Cercedilla, un pueblo volcado con Blanca
A pesar de que Blanca Fernández Ochoa nació en Madrid en 1963, todo el clan siempre vivió en Cercedilla, un municipio ubicado en el noroeste de la Comunidad de Madrid. El padre de estos cinco hijos trabajaba allí como conserje en la escuela de la Federación Española de Esquí, donde su madre era cocinera.