Cómo hablar de sexo a tus hijos: Erika Lust, directora de cine para adultos, te da las claves
Un mensaje claro
"Hay que tomar conciencia de que la charla sobre sexo ya no es suficiente. Hay que tener también la conversación sobre porno", dice Lust. "Queramos o no, nuestros hijos van a llegar a él de una manera u otra. Está por todas partes. Y no queremos que ese porno convencional sea su educación sexual". Para comprender qué mensajes se están transmitiendo "solo hay que darse una vuelta por cualquier 'tube' pirata", cuenta. "En casi todas las escenas hay violencia gratuita contra la mujer (bofetadas, por ejemplo) y una falta de representación real de la sexualidad y el placer femenino: las mujeres están al servicio de los hombres, no hay reciprocidad. Los roles de género son espantosos, el sexo está desprovisto de toda intimidad y respeto y en muchas ocasiones se representa como herramienta de cambio".
La psicóloga infantil Laura Oliveros, de Psigo, insiste en la importancia de remarcar al niño que "se trata de una ficción, que casi nada de lo que sale es real, en la artificialidad de esos cuerpos y en que no hay que usar a las personas como objetos. Hay que hablarles del respeto y el afecto". "En la vida real el sexo no es solo algo físico, sino tan bien emocional. Y justo esa parte emocional es más difícil", añade Lust.
…Y adaptado a su edad
Como defiende la psicóloga Oliveros, "No hay una edad exacta para empezar a hablar de sexo a los niños. Muchas veces a las niñas se les empieza a hablar de esto cuando les viene la regla por primera vez, lo que es un error". En caso de que sean ellos mismos quienes formulan la pregunta, es más fácil aún, explica: "Si son capaces de formular una pregunta en relación a la sexualidad, también están preparados para la respuesta". Pero sí hay que encajar el mensaje con la edad del niño que lo está recibiendo, por eso y con respecto a la pornografía, Erika Lust y Pablo Dobner han dividido el material de su plataforma (sin ánimo de lucro y descargable aquí), en tres franjas:
· Menores de once años: con ellos es muy importante asentar el concepto base, que lo que ven en el porno no es sexo real. Que las relaciones siempre han de ser consensuadas o advertir de que no envíen fotos o enciendan la cámara si alguien se lo pide.
· Entre once y quince: suma a lo anterior aspectos más concretos de la sexualidad, como que los cuerpos tienen vello y la depilación no es importante, que mucho de esos contenidos con los que pueden encontrarse son racistas o que el sexo no hay que practicarlo necesariamente con alquien a quien se quiera pero sí que te respete.
· Más de quince: es posible que a esa edad ya hayan tenido algún tipo de relación sexual. Por tanto, se ha que advertir que si ya están practicando sexo, no tienen que actuar. Y se les puede aconsejar que, si quieren ver porno, pueden optar por contenido ético, como el que promueve la propia Erika desde su página XConfessions, "que contiene nuestros valores de respeto, consentimiento y una representación del sexo realista".
Si algo subrayan tanto Lust como Olivero es el cómo ha de transmitir ese mensaje: "Nunca regañando, así perderíamos su confianza. Si ven que no pueden hablar con los adultos, buscarán la información donde no deben", apunta Laura.
Más que una conversación: la educación sexual es una carrera de fondo
"Empieza en las casas antes de que los niños empiecen hablar", cuenta la psicóloga Oliveros. "El afecto que recibe un bebé ya es sexualidad, cómo le educamos: si le vestimos de rosa o de azul, es educación sexual. Siempre es buen momento para hablar de todo lo que abarca. Las diferencias físicas y fisiológicas entre hombre y mujeres, el afecto entre personas de diferentes sexos o del mismo sexo, lo que significa ser hombre o mujer (la identidad de sexo)…".
Erika y Pablo lo hacen así en casa: "Mi hija mayor acaba de cumplir diez y aún no ha recibido la clase de educación sexual y de género que me gustaría que tuviera. Sabe mucho porque hablamos sobre ello. Ahora comienza a darse cuenta de cómo el mundo está dividido y de lo que son las estructuras de poder. Ella está preparada, sin embargo sus amigas saben muy poco. Ni han escuchado el término feminismo ni saben lo que es el machismo. La pequeña tiene seis, pero las segundas siempre crecen más rápido. ¡El otro día me dijo 'el clítoris es la clave del placer!", cuenta Lust.