Hace tan solo cinco meses, Chanel Terrero hacía su primera aparición pública en la rueda de prensa del Benidorm Fest. Procedente de los musicales, por aquel entonces era una de sus participantes más desconocidas, intérprete de la canción candidata "SloMo", su single debut. Todo el mundo daba por hecho que la victoria se jugaba entre las Tanxugueiras o Rigoberta Bandini. Nadie daba un duro por su candidatura. Sin embargo, la cantante dio la sorpresa, ganó el billete a Italia y se hizo con el tercer puesto en Eurovisión, pasando a la historia de nuestro país al conseguir nuestra mejor posición en los últimos 27 años.
Su trabajo duro y su confianza en el proyecto dieron los frutos que deseaba. Esta bailarina catalano-cubana de 31 años afrontó con notable éxito el reto más importante de su trayectoria después de unos meses de quebraderos de cabeza por los conocidos eurodramas. Una noche cargada de nervios y emociones en la que necesitó, más que nunca, el apoyo de su gente. De hecho, en el PalaOlímpico de Turín, junto a la delegación española, estuvo alguien muy especial para nuestra representante.
Su hermana pequeña y una de sus debilidades, Betlem Cuadrado -tienen diferentes apellidos porque no compartirían padre, pero sí madre-, disfrutó como una eurofan más del dream team formado por Chanel y sus cinco bailarines. Esta joven nacida en 1998 creció junto a su hermana mayor (a la que adora), sus padres y sus abuelos en Olesa de Montserrat, municipio barcelonés que vibró con cada punto que recibía su paisana.
Mientras que Chanel logra su sueño de ser una artista reconocida, Betlem sigue su propia vocación, terminando sus estudios de Derecho en la Universidad Alfonso X El Sabio. Cabe subrayar que, a pesar de su corta edad, ya ha trabajado en algunas empresas conocidas como Seat y ha realizado prácticas en un conocido bufete de abogados.
Para Betlem es igual de importante la familia. En sus redes sociales no solo aparece junto a su hermana, sino también con su abuela Leonor, a quien llamó Terrero nada más bajarse del escenario el pasado sábado.
Sobre Chanel, además, hay un importante detalle que evidencia su magnífica relación: tiene su nombre tatuado en la piel, señal del orgullo que siente por su referente. “Eres la reina de mi vida”, le hacía saber junto a la instantánea de su grabado. “Tú eres mi vida entera”, le respondía ella.